Bibliotecas cerradas en Oviedo
Si no estoy mal informado, en el momento presente, en la ciudad de Oviedo solamente hay dos bibliotecas abiertas, que son la de La Granja y la de San Lázaro. El argumento que da el Consistorio es que no se pueden reabrir todas aquellas que se encuentren ubicadas en centros sociales. De modo y manera que, para hacerse con el préstamo de determinados libros o para hacer uso de determinados servicios que pueden prestar las bibliotecas, mucha gente de nuestra capital tendrá que hacer largos desplazamientos, con el trastorno que todo eso conlleva.
Y, si los datos de los que dispongo no son inciertos, hay tres bibliotecas en Oviedo actualmente cerradas que no están ubicadas exactamente dentro de los centros sociales; a saber: la de Ventanielles, la de La Corredoria y –miren por dónde– la de Villa Magdalena.
Ítem más, según se informa en el diario EL COMERCIO, el Ayuntamiento acaba de abrir un plazo extraordinario de solicitudes dentro del programa de conciliación familiar que se llevará a cabo en los centros sociales. Esto, sobre el papel, debería reforzar la voluntad del Consistorio para reabrir bibliotecas.
Nadie va a descubrir a estas alturas la importancia que tienen las bibliotecas públicas, y sería todo un detalle por parte del actual equipo de gobierno que hiciese un esfuerzo para la reapertura, si no de todas, sí, en todo caso, de la mayoría de las que se encuentran en nuestro municipio.
En efecto, en el momento presente, hay que cumplir escrupulosamente con todos los protocolos sanitarios, pero estoy seguro de que eso se puede hacer desde el rigor y buena voluntad.
Tiene que resultar triste y hasta frustrante ver que la biblioteca más cercana a nosotros está cerrada, que no tenemos a nuestro alcance esas novedades editoriales que nos gustaría ojear, que no podemos hacer, sin llevar a cabo un largo desplazamiento, esas consultas que tenemos pendientes.
Y uno no puede dejar de pensar en aquellas ‘bibliotecas de los sueños’, de las que hablaba Borges.