Lo más llamativo fue el nombramiento del señor Iglesias Álvarez como nuevo miembro del Consejo Económico Municipal. Se trata de un hombre de partido, algo que no es nada novedoso en los usos y costumbres del bipartidismo imperante en las últimas décadas. Algo a lo que, en el caso de Oviedo, se incorpora también Ciudadanos. O sea, una vez más, la vieja política se ve reforzada.

Cuando el edil socialista Ricardo Fernández argumentó en favor de la meritocracia y en contra de los «dedazos», ya me esperaba que, en la réplica correspondiente se le respondería, como así fue, con él «y tú más». Cierto es que a este edil no se le puede acusar de haber desempeñado ningún puesto gracias al carnet de su partido, ni tampoco tengo constancia que haya aplicado «dedazo», alguno. De todos modos, es innegable que el PSOE, tanto en Asturias como en España, viene aplicando criterios endogámicos desde hace décadas.

Y, como era de esperar, también se abordó el polémico asunto del techo de tesorería. El bipartidismo se defiende de lo indefendible. A ello, como en otros asuntos, se suma Ciudadanos en Oviedo, mientras que Somos fue bastante crítico.

Así las cosas, cabe suponer que tanto el PP como Ciudadanos salieron satisfechos del Pleno, mientras que el resto de las formaciones políticas saben que se enfrentan a una mayoría a la que, salvo ausencias de ediles, no pueden derrotar en ninguna votación.

Y eso: se bajan, creo que simbólicamente, los impuestos. Y el carnet en la boca es el principal salvoconducto para conseguir canonjías. La vieja política era esto. Y, a lo que se ve, la nueva política, en lo que a Ciudadanos en Oviedo se refiere, también.