Claridad, señor Canteli, claridad
El viaje a Madrid del señor Canteli para promocionar el Desarme se está convirtiendo en un culebrón que además viene siendo noticia en medios nacionales, lo que supone toda una novedad, dada nuestra insularidad existencial también en lo informativo.
Dicho esto, cuando se siguen publicando noticias de gastos y comensales de la referida pitanza, entiendo que el alcalde de Oviedo, como mínimo, está obligado a dar las explicaciones pertinentes, si puede ser, lo suficientemente claras para que no tenga que hacer rectificaciones o matizaciones ulteriores, tal como aconteció cuando se le interpeló por parte de la oposición en el Pleno de diciembre acerca de los gastos de su esposa que fueron cargados al Ayuntamiento.
Pero resulta que ahora hay «novedades» al respecto. De una parte, asistieron también como comensales a la pitanza del Desarme dos de sus hijos y una nuera. Y, por otro lado, que el referido acto estuvo, al menos en parte, organizado por Otea, es decir, por una asociación hostelera, o sea, por empresas privadas.
A este respecto, también habría que explicar hasta qué punto pueden ir de la mano una institución pública y una asociación empresarial privada, en cuanto a los gastos se refiere.
En medio de los distintos capítulos de este culebrón, el edil del PP don Mario Arias puso de manifiesto que en el anterior mandato hubo viajes a Madrid del regidor precedente, de don Wenceslao López, en los que se actuó de forma similar. Sobre este particular, el exalcalde presentó documentación encaminada a desmentir al concejal conservador.
O sea, de momento, tenemos un culebrón con cuatro capítulos. Primero, los gastos de la consorte del alcalde cargados al Ayuntamiento. Segundo, las acusaciones contra Wenceslao López. Tercero, la presencia de otros familiares del señor Canteli en la referida pitanza. Cuarto, la presencia y el protagonismo de Otea en todo este serial.
Claridad, señor Canteli, claridad. De entrada, pidiendo los informes pertinentes a los servicios jurídicos del Ayuntamiento. A partir de ahí, restituir el dinero que se cargó al Ayuntamiento en el caso de que eso no fuese conforme a Derecho, como todo parece indicar. Y, ante todo y sobre todo, dar explicaciones claras a la ciudadanía saliendo a la palestra.
No es nada deseable que la política se convierta en un culebrón. No es de recibo que la primera autoridad municipal vaya matizando sus declaraciones. No resulta nada conveniente que no se tenga claro la separación entre lo público y lo privado, entre el Ayuntamiento y asociaciones de empresas privadas.
Como mínimo, señor alcalde, claridad. Y si los documentos que obran en poder del anterior primer edil desmienten lo apuntado por Mario Arias, alguien debería disculparse en público por ello.
Lo dicho: claridad.