«Gabino, Villa, Areces, Cascos y Javier Fernández pertenecen a la misma generación»
«En la vida pública asturiana los retiros políticos llegan más tarde que en el resto del país»
«Hay, en efecto, generaciones infieles a sí mismas, que defraudan la intención histórica depositada en ellas . … La generación delincuente se arrastra por la existencia en perpetuo desacuerdo consigo misma, vitalmente fracasada». (Ortega y Gasset).
Uno de los artículos de costumbres más memorables que escribió Larra tiene por título ‘El casarse pronto y mal’. Pues bien, cabría parafrasear ese título llevándolo a la actualidad política asturiana: ‘El jubilarse tarde’, lo de bien o mal, que lo juzgue el público lector.
Gabino, Villa, Areces, Cascos y Javier Fernández pertenecen a la misma generación. El exalcalde de Oviedo y Maese Villa nacieron en 1943. Areces vino a este valle de lágrimas un año antes que ellos. Por su parte, Cascos nació en 1947 y Javier Fernández un año más tarde que don Francisco. Todos ellos pertenecen a su vez a la misma generación que Alfonso Guerra y Felipe González, pues 1940 y 1942, fueron los años de nacimiento de estos históricos dirigentes del PSOE.
Ergo, en la vida pública asturiana las jubilaciones en la política llegan más tarde que en el resto del país. Ergo, al contrario que en la minería, no sólo no hay prejubilaciones, al menos voluntarias, sino que además hay jubilaciones prorrogadas. El dato da lo suficiente de sí como para pensar seriamente en ello. Pero hay que hacer una salvedad: Areces aún no se jubiló de la política, pues tiene un escaño en el Senado.
Cabe preguntarse por qué en Asturias tardó más en jubilarse de la primera línea política una generación, que es la generación sesentayochista, si bien confieso que no soy capaz de imaginarme a estos personajes en aquel de París de 1968. Y, en algunos casos, el referido cambio generacional ha tenido un doble salto. Me explico: entre Javier Fernández y Adrián Barbón hay dos generaciones de por medio, diferencia similar a la que existe entre Gabino de Lorenzo y Caunedo. La misma distancia generacional separa a Villa de Alperi. O sea, toda una generación se quedó por el medio. ¿Taponada?
Alguien me dijo estos días que la marcha de Gabino de Lorenzo supone el fin de una época, algo que es totalmente cierto, una época muy alargada en el tiempo, que se caracterizó, entre otras cosas, por un estilo muy poco ortodoxo en cuanto a las formas y por un culto al personaje del que, pasado el tiempo, casi todos los otrora panegiristas pretenden desentenderse. En este sentido, las trayectorias de Villa y de Gabino serían muy equiparables, pues las hemerotecas dan muy buena cuenta de que siempre contaron con aduladores.
El exalcalde de Oviedo supo muy bien cómo contentar a muchos de sus incondicionales, y así les fue y así nos fue. Desde el anonimato, se habla de cómo explicar el ‘gabinismo’ a nuestros hijos y nietos. Me conformo con que se intente entender ahora, tirando de hemeroteca.