No me gusta andar en medio de la
niebla. Me encuentro desorientado porque sólo puedo ver a corta distancia y me
faltan referencias para saber con seguridad donde me encuentro. La niebla tiene
eso, la potencialidad de impedirnos ver en perspectiva y orientar nuestros
pasos. Y eso mismo nos pasa tanto a nivel individual como social si estamos sin
valores. He leído que para los japoneses su país es lo más importante, y su
cultura se basa en el respeto social, entre otras cosas. Quiere decir que ambos
valores guiarán a ese pueblo y a esas gentes en sus comportamientos y
determinarán por tanto elegir las conductas que aseguran la admiración por su
país y la salvaguarda del respeto. Me
sirve esta referencia cultural japonesa para preguntarme qué valores son los
que nos aglutinan y mueven a los
españoles y me temo que carecemos de unas referencias comunes a todos, de unos
valores comunes que orientan nuestro comportamiento como tales. Desde luego el
país y su cuidado no es el valor común aunque muchos lo queramos y admiremos.
Se nota en que nos cuesta trabajo defenderlo y hasta cantar su himno y defender
su bandera. Pero es que además no veo qué valor o valores se defienden y
enseñan en la escuela en todas las
instancias y territorios del país que sean transversales a todos los
territorios. No sé si estoy ciego o es que no existen y por tanto no existe su
cultivo. Parece que aquí cada cual defiende sus pequeñas parcelas, lo que no
está contraindicado, pero carecemos de valores transversales que nos muevan,
conmuevan y orienten nuestra vida ciudadana. No digo que no exista una cultura
nuestra, digo que no veo que existan valores culturales que nos igualen y por
los que luchemos. Pero es que a nivel individual veo que también existe en
líneas generales un déficit de valores humanísticos. Y si eso es así
también encontraremos dificultades para
orientar nuestra actuación y devenir personales. En la medida en que uno se rige por valores
nobles tiene asegurada una vida atractiva y con encanto. Si se tienen valores
individuales y colectivos nobles todo se encuentra mucho más reforzado y la
convivencia social es más fácil y menos crispada o agresiva. Creo que no
vendría mal reflexionar sobre estos temas y propiciar en todas las instancias
el fomento de valores comunes, cohesionadores y valores individuales
saludables. Lo dejo aquí como un apunte.