Pues sí amigos, en la España actual y desde hace tiempo hay una forma predominante en la educación familiar y otra en la escolar que no es precisamente un modelo a imitar por sus buenos resultados. Me explico. En la educación familiar, por un falso paternalismo, predomina la tendencia a darles a los hijos resueltos los problemas que tienen que ir resolviendo ellos para ir desarrollando su autonomía, creatividad y capacidad de resolución de problemas y toma de decisiones, todo lo cual les preparará adecuadamente para defenderse bien en este difícil mundo de hoy en distintos aspectos de sus vidas. En cuanto a la educación escolar el modelo es el de hacerles que aprendan contenidos, por cierto a menudo sin haberles enseñado a cómo deben manejarlos o adquirirlos, es decir a comprender aquello que tratan de meter en sus cabezas en las distintas materias. No es que haya que olvidarse de los contenidos pero brilla por su escasez, no diría su ausencia total, el método de enseñarles a pensar, a sacar conclusiones, a encontrar salidas y soluciones a los distintos problemas, en plantearles cómo salir adelante en distintos asuntos, que, día a día, se pueden encontrar en diferentes situaciones. Es decir, se insiste demasiado en darles el pescado en lugar de enseñarles a pescar, como dice el refrán ya conocido. No nos extrañe que luego al salir a la vida se ahoguen en un vaso de agua, se desorienten y encojan su iniciativa y ánimo. No han sido entrenados en la búsqueda activa, aunque sea cometiendo errores, de salidas y soluciones varias. No se les ha trabajado la inteligencia divergente sino la convergente. Si la educación debe ser sobre todo entrenamiento para saber vivir airosamente ésta no está ni persiguiendo ni por tanto consiguiendo ese objetivo. Nos acaban de dar un coscorrón en el informe PISA reciente, poniéndonos a la cola de los paises desarrollados en cuanto a la “capacidad de solución de problemas cotidianos” en nuestros alumnos. A ver si de una vez reaccionamos todos. Va en ello la suerte de los hijos y de todo el país por extensión.