Las termitas, también llamadas polillas o comegenes se caracterizan por introducirse dentro de la madera e ir haciendo de las suyas silenciosa pero efectivamente a lo largo del tiempo y, aunque aparentemente la viga en que se instalan esté bien y resistente en realidad estará apolillada y en cualquier momento puede partirse en dos si le cuelgas un peso.
De forma no muy distinta actúan las termitas mentales en nuestro cerebro. Son ideas negativas sobre nuestra capacidad, nuestra autoestima, nuestro futuro personal o profesional o sobre cualquier aspecto negativo que, una vez que se instalan tienden a repetirse y por tanto actuar socavando, minando y carcomiendo nuestras habilidades, nuestra fuerza mental, la determinación con que actuamos y nuestra confianza y fe en nosotros mismos. Al igual que la madera puede tardar años en reducir escandalosamente nuestra fuerza para afrontar con valentía nuestra vida y nuestros contratiempos hasta el punto de vernos incapaces o con las facultades muy mermadas para superarnos en distintas situaciones, convencidos de nuestra impotencia e indefensión para superar las crisis que nos llegan.
Pueden llegar a hacer serrín de nuestra autoestima y el serrín ya se sabe para lo que vale y se utiliza.
Por tanto es altamente conveniente estar muy vigilantes para no permitir que esas termitas mentales se apoderen de nuestra mente. Habrá que estar atentos para rechazarlas centenares de veces o miles, si es preciso, e introducir pensamientos y visualizaciones positivas, procurando complementar ambos con actuaciones, con acciones externas en esa misma línea, es decir, procurando actuar conforme nos hablamos de forma positiva. Es la mejor manera de fortalecer esa forma de afrontar el quehacer cotidiano. Y así, conjugando pensamiento y acción surgirá el sentimiento, la emoción acorde y pasaremos de sentir el desánimo a sentirnos capaces de hacer lo que en otros envidiamos. Por tanto no pararse en lo que no se puede, sí en lo que se puede y acabar por creerse que se puede hacer mil veces más de lo que suponíamos.