Si piensas que eres un perdedor, perderás.
Si piensas que vas a ser rechazado, lo serás.
Si te da por pensar que estás enfermo, enfermarás.
Si crees que la vida es insoportable, no la soportarás.
Si crees que puedes abusar de alguien abusarás.
Si crees que no hay solución, no lo resolverás.
Si piensas que no puedes, no podrás.
Si piensas que no puedes más, te rendirás.
PERO
Si crees que aún estás a tiempo, volverás a empezar.
Si crees que hay una oportunidad, la vas a aprovechar.
Si crees que va a llegar esa oportunidad, la esperarás.
Si crees que vas a ganar, ganarás.
Si crees que para ti saldrá el sol, saldrá.
Y si crees que es posible cambiar, cambiarás.
Todo lo que te ocurre pasa siempre por tu mente.
Si tus pensamientos no son los deseados o son muy negativos ¿a qué esperas para cambiarlos antes de que te invadan? Tú eres el/la responsable de ello y en ti está la clave.
No esperes ahí sentado pasivamente.
Una vez uno, esperando, ¡se quedó pasmado!