El miedo es un mecanismo natural que se debe activar y se suele activar cuando sentimos o vemos que algo o alguien nos amenaza y por tanto obedecer a su impulso sea evitando lo amenazante o escapando por pies es lo esperado y razonable. Se convierte en un mecanismo de defensa que puede salvaguardar nuestra integridad.
Peor cuando el miedo es una emoción infundada porque no hay una causa razonable que le elicite lo que hacemos cada vez que evitamos lo temido o escapamos o huimos lo que estamos haciendo es aumentar el miedo convirtiéndose en una fobia y por ello es irracional.
Lo que más frecuentemente se realiza es activar el mecanismo de evitación: si no vamos, si no nos enfrentamos de inmediato la ansiedad se reduce y nos sentimos aliviados, pero al repetirlo y repetirlo lo que conseguimos es que nuestro temor vaya aumentando, pudiendo en muchos casos anular nuestra iniciativa y limitarnos más o menos seriamente. En segundo lugar lo que practicamos es la huida/escape y produce los mismos efectos momentáneamente. En todos esos casos nos situamos en la zona de confort y eso nos pone en situación de desventaja, aunque al momento quedemos más tranquilos.
Lo que procede, si queremos superar nuestro miedo irracional es activar el mecanismo de afrontamiento, dar la cara. Esto de momento aumenta la ansiedad, pero si persistimos ganamos confianza, disminuye la ansiedad y al ver que no ocurre lo temido notamos que el control pasa a nuestro poder.
El afrontamiento se puede hacer de dos formas: inundación o si no quieres caldo taza y media o hacerlo paulatinamente. Cada cual es libre de elegir y lo probable es que se opte por la segunda vía pero en todo caso el control del miedo irracional pasa por cualquiera de las dos vías. Aumenta nuestra seguridad y nuestro autodominio.
Es humano evitar y huir, es comprensible pero cuando hablamos de miedo irracional o fobias estas no se superan si no activamos la o las conductas de afrontamiento. Y esto en todas las situaciones de la vida.
Prueba y luego me dirás.