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Miguel Silveira

PSICÓLOGO DE CABECERA

ALZHEIMER EN JÓVENES. OJO AL DATO

 

Es sabido  que el Alzheimer es una enfermedad terrible que afecta a personas, habitualmente mayores de sesenta, pero últimamente la edad de aparición se va adelantando, afectando a personas de cincuenta, aunque lo más preocupante es que ya aparece en algunas personas de cuarenta, es decir muy jóvenes. Esto debería encender las alarmas y tomar conciencia todos de la magnitud de este desastre.

Aunque no soy experto neurólogo  ni psiconeurólogo, me voy a atrever a adelantar una opinión, creo que fundada, sobre esta amenaza con ánimo de cooperar en el freno a la expansión de este terrible monstruo, no abonando el terreno donde crece.

No sé sabe aún cual es el origen de ese  mal, pero lo cierto es que todos sabemos que se presenta con un deterioro mental progresivo en lo que se refiere a la memoria  inmediata o memoria de trabajo. Es decir que el paciente tiende a olvidarse de  lo más inmediato, no retiene y por lo mismo limita su libertad de movimientos, su actividad diaria y sus relaciones personales. Es pues al deterioro de la memoria al que quiero referirme.

Estamos en una época en que la rapidez y multiplicidad de estímulos a los que nos vemos expuestos es brutal y galopante. Nuestra atención se centra muy fugazmente a diario en cientos de estímulos procedentes, sobre todo de las redes sociales, los correos, los wasaps, los videos de you tube, los juegos electrónicos, la televisión, las noticias, todo ello además de las  tareas que hemos de realizar muchas de ellas con la rapidez del relámpago. Esta sucesión de miles de estímulos a los que se dirige nuestra atención tan fugazmente dificulta que centremos la mente en un ejercicio sereno y tranquilo, en un análisis lento de algunas cuestiones, tareas y elementos. Todo esto hace que nuestra concentración vaya disminuyendo a buen ritmo y cuando nos damos cuenta se nos olvidan las cosas fácilmente. ¿Por qué? ¿Porque estamos perdiendo memoria? En cierto modo sí, pero porque no la ejercitamos con vistas al medio y largo plazo. Y digo en cierto modo sí, porque si no nos concentramos, si no prestamos la debida y serena atención, los datos no entran en el archivo que es nuestra memoria y por ello parece que se olvidan. En realidad no se puede olvidar lo que no entra y se fija en la memoria.

Si en personas con excelente memoria el Alzheimer y la demencia hacen estragos, puede uno imaginarse fácilmente qué hará en personas que tienen muy poco educada su concentración y memoria. Hay que aplicar  la concentración no a todo lo que nos viene pero si a cosas de mediana importancia. No será un salvoconducto, pero algo habrá de contribuir a que el desastre se posponga. Concentrarse, llevar cuenta de las cosas, atender con interés y tratar de guardar en el archivo para extraerlo y hacer uso de ello cuando llegue el momento. Y eso, desde muy jóvenes.

Tenemos todo en contra por la prisa y la multiplicidad de datos pero ES POSIBLE superarnos!!! Es posible y totalmente necesario trabajar nuestra  concentración, si no queremos ir deteriorando la memoria, preparando el terreno al deterioro mental y luego lamentarnos.

Temas de psicologia cotidiana para ayudar a vivir mejor

Sobre el autor

Psicólogo clínico, experto en ansiedad y estrés C/ Carlos Marx,1 - 6º D Gijón (Asturias) http://www.miguelsilveira.com http://www.estresyansiedadonline.com


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