Incluso partiendo del supuesto de que una pareja haya comenzado con enamoramiento se puede encontrar amenazada de desgaste por distintas razones, siendo una de ellas la rutina y la pérdida de interés por el paso del tiempo al habituarse el uno al otro.
La duración de la pareja puede variar desde unos meses a varios o muchos años, aunque esta opción va siendo cada vez más escasa.
Pero si queremos saber cuándo una relación de pareja se encuentra realmente amenazada podemos acudir a estos indicadores.
En el orden erótico afectivo ocurre cuando el deseo y atracción sexuales en uno de ellos (no digamos en ambos miembros) se reduce considerablemente y los encuentros sexuales se retrasan varias semanas o meses.
Otro de los indicadores consiste en enredarse en constantes discusiones o peleas.
Un tercero sería cuando uno de los dos propone un tiempo sin verse a modo de vacaciones para analizar y ver cómo se siente sin la presencia del otro. O cuando se interrumpe la relación durante un tiempo aunque luego la reanuden.
Una amenaza clara, aunque oculta la mayor parte de las veces, es cuando uno de los dos o los dos mantienen contactos secretos y frecuentes online (via whatsapp o via ordenador o móvil a altas horas de la noche, pero también offline).
Otro indicador claro consiste en que uno de los miembros de la pareja se vuelca notable y sistemáticamente en el contacto con sus seres queridos (madre, padre o ambos) en detrimento del contacto y dedicación a su pareja, en contra de la voluntad de esta. Parecido es cuando uno de ellos opta por visitar a sus padres los fines de semana sistemáticamente y arrastra al otro en lugar de dedicarlo a salir y disfrutar juntos de ese tiempo libre.
Si uno de los cónyuges permite que su madre (suele ser la madre) intervenga o se inmiscuya sistemáticamente en la propia casa en contra de la voluntad del otro constituye un riesgo alto de pronto deterioro.
Existen otros varios de carácter más grave, aunque la pareja siga conviviendo, pero para lo que pretendo basta con estos referidos para orientación de los lectores.