Mucha gente se pregunta si se puede conseguir que otra persona cambie de estilo, de comportamientos, de mentalidad y no encuentran una respuesta clara o no saben cómo poder hacerlo. Sin embargo la respuesta es afirmativa. Podemos conseguir que otra persona cambie mediante dos intervenciones. La mejor y la más deseable, por racional, es lograr convencerla, persuadirla del cambio, aduciendo argumentos y razones que lo avalen, es demostrarle con palabras y hechos que puede cambiar si es que se lo propone. Esta intervención es intelectual pues le hace trabajar su entendimiento, tiene que discurrir y busca hacerles caer en la cuenta de las ventajas que ello tiene. Si le convencemos por esta vía estamos utilizando lo más noble del ser humano, a saber su inteligencia.
El otro camino sin embargo no es tan estético y elegante, es más agresivo y violento pero es operativo y eficaz. Consiste en escarmentarlo, es decir, para que no suene demasiado castigador, es conseguir que el otro no tenga más remedio que modificar su comportamiento, que se encuentre obligado y forzado por los hechos a tener que cambiar o quedar avocado al fracaso, es conseguir que los hechos le obliguen a rectificar su trayectoria y ver que no queda otra alternativa mejor. En esto la vida y la experiencia son buenas pedagogas. De este planteamiento la experiencia y lanaturaleza ofrecen abundantes ejemplos.
Una madre puede tratar de convencer a su hijo adolescente de que no ande como un loco con la moto y fracasar, pero si se estrella con un coche o la acera quedará escarmentado y quizás conduzca después prudentemente. Puede un doctor tratar de convencer a un fumador de que se cuide y no hacer caso pero si le diagnostican un cáncer de pulmón seguro que lo deja. Y usted puede esquiar sin poner gran cuidado pero si un dia se le rompe un ligamento a lo mejor aprende del porrazo. Hay miles de ejemplos. Lo interesante es saber que, aunque cueste trabajo hacer que el otro cambie, y cambiar uno mismo, las dos vías funcionan.
El caso es ser inteligentes, pensar en las ventajas y en los contras y convencer o convencerse sin forzar más las cosas. De todas formas conseguir que otro cambie es un trabajo duro. Si aprende a convencer, le felicito, si no encuentra la forma de persuadir a alguien, no se preocupe seguro que la vida se encargará de hacer ese trabajo. La realidad se impone y la vida suele pasar factura, con el IVA incluído..