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Miguel Silveira

PSICÓLOGO DE CABECERA

¿CUAL ES TU MODELO?

 

La pregunta se presta a distintas interpretaciones. Me puedo referir a cual es tu modelo predilecto de pasarela de moda, a cual es tu modelo, tu referente o tu mito o a qué modelo de comportamiento exhibes ante quienes te ven o te conocen. Me refiero a las dos últimos aspectos. Aprendemos de diferentes formas pero una muy común en los humanos es aprender de los modelos que observamos y sus comportamientos. Desde este punto de vista lo que quiero acentuar es la responsabilidad que todos pero en especial determinados agentes sociales tienen al exhibir sus comportamientos. Me refiero  a cualquiera que ejerza autoridad o desempeñe cualquier jefatura o presidencia o cargo en cualquier nivel, a los padres, a los profesores, a los jueces y a los políticos, que están todo el dia ocupando el centro del escaparate de los medios. Cuanto más relevancia social y más nivel dentro de la jerarquía social mayor es la influencia de quien detenta el cargo y por tanto mayor impacto del modelo, es decir mayor responsabilidad en cuanto a las posibilidades de ser imitado, para bien o para mal. Todo aquello que hacemos y que hacen esos agentes sociales tiene una repercusión a veces inmediata y a veces a medio y largo plazo, pues se va incrustando la imagen dentro de la mente de quien la percibe y luego pasa a la trastienda del inconsciente desde donde ejercerá presión sobre los comportamientos de uno mismo. Los comportamientos sociales no son solo producto de la elaboración y creación personal de cada uno, son también producto de las influencias recibidas y por tanto todos somos responsables de la imagen que proyectemos. Todos estamos influyendo en los demás, tanto más, como digo, cuanta mayor relevancia tenga quien actúa socialmente. No estoy muy seguro de que esa conciencia social de la importancia de nuestra influencia esté presente en el imaginario colectivo o mejor, si estoy seguro de que no se tiene suficientemente en cuenta. Si no, otro gallo nos cantaría. Por eso no debe minusvalorarse tampoco nuestra influencia por poca relevancia social que tengamos. Es cierto que la responsabilidad de la influencia es distinta, como he dicho, según el rol desempeñado y por eso los modelos más vistos deberían cuidar muy mucho la exhibición que hacen, pero todos somos en parte responsables de lo que proyectemos y del resultado social derivado. Si aprendemos de modelos también nosotros somos modelos para otros. Es una retroalimentación en la cual todas las partes tienen la obligación de cuidar el impacto social que se derive.

Temas de psicologia cotidiana para ayudar a vivir mejor

Sobre el autor

Psicólogo clínico, experto en ansiedad y estrés C/ Carlos Marx,1 - 6º D Gijón (Asturias) http://www.miguelsilveira.com http://www.estresyansiedadonline.com


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