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Miguel Silveira

PSICÓLOGO DE CABECERA

DONDE HAY CONFIANZA…

 

 

Si aplicamos el refrán a las relaciones familiares y afectivas, se cumple plenamente el dicho conocido de que “donde hay confianza da asco”. Sin que eso sea cierto cien por cien, sí que es cierto que cuando nos movemos en el terreno afectivo de la familia o los amigos nuestras actuaciones no se caracterizan precisamente por la delicadeza, el tacto y el  cuidado en el trato, sino por todo lo contrario: es en la familia donde deshogamos nuestras frustraciones sin reparar en el daño que hacemos. Es en la familia donde tratamos borde e incluso cruelmente a miembros que nos quieren y a quienes debemos especial cariño.  Todos hemos oido hablar de lo que es actuar con inteligencia emocional que consiste en saber controlar nuestro estado emocional y los impulsos que sentimos y  su expresión para no crear demasiados conflictos y enfrentamientos y que consiste en tener en cuenta el estado emocional en que se encuentra el otro con la misma finalidad, para no provocar disgustos innecesarios y enfrentamientos que les y nos perturben demasiado. Bien, pues hay que reconocer que somos más cuidadosos y por tanto en general más inteligentes cuando tratamos con los que no tenemos confianza precisamente porque no sabemos muy bien qué reacción podemos encontrarnos. Simplemente tenemos más tacto y herimos menos porque no hay confianza. ¿Es lógico ese comportamiento tan ilógico a nivel familiar? Por supuesto que no, aunque nosotros encontremos excusas y argumentos para defender nuestras salidas de tono y nuestras injusticias. En cierto modo parece razonable pensar que si no nos desahogamos en la familia ¿donde mejor lo podemos hacer? Pero una cosa es hablar, expresar nuestros sentimientos con tranquilidad y otra aprovecharnos del cariño y de la confianza para atacar, insultar, descalificar, atacar, amenazar, boicotear, chantajear, vomitar nuestras miserias, manipular o cosas por el estilo. El respeto no debería perderse nunca y menos con los seres que queremos ni salpicarles o ponerles perdidos con nuestras emociones calientes como la ira, el odio, el resentimiento o el despecho. Eso no es de recibo en seres definidos  oficialmente como “racionales”, además de ser injusto.

Temas de psicologia cotidiana para ayudar a vivir mejor

Sobre el autor

Psicólogo clínico, experto en ansiedad y estrés C/ Carlos Marx,1 - 6º D Gijón (Asturias) http://www.miguelsilveira.com http://www.estresyansiedadonline.com


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