>

Blogs

Miguel Silveira

PSICÓLOGO DE CABECERA

SI DICES SIEMPRE “SI”…

 

Qué ocurre si dices casi siempre sí cuando quisieras decir No? Muy sencillo. Que si les has acostumbrado a ceder siempre, a agradarles, complacerles o servirles y facilitar sus movimientos cuando te opongas, digas que no, pongas pegas o te quieras zafar de sus peticiones, demandas o exigencias, se enfadarán contigo, te acusarán, levantarán la voz, cirticarán, te culpabilizarán o te pondrán morros. Y quizás no lo entiendas, porque crees que los demás tienen que entender o comprender tu estado o tus necesidades como les entiendes tu. Y no te darás cuenta de que no todo el mundo está por la labor de servir como les sirves tú. Por eso lo mejor es dosificar los servicios, las ayudas, la entrega en función de la respuesta de los otros, a no ser que seas madre o padre en cuyo caso cederás más allá del nivel razonable, porque con los hijos tendemos a hacer eso, aunque no siempre se debiera. Eso en cuanto a lo que te viene demandado de los otros. Pero hay más que hacer que es verdaderamente sano. A saber, que seas tú quien necesite pedir favores,  demandar ayuda,  presionar,  mandar o exigir, si la ocasión lo pide. Que seas tú quien no quede meramente a la espera de que los demás entiendan tu necesidad y se pongan en tu piel. Debes pasar a la acción para dar a entender que también necesitas que te ayuden y sirvan, no solo servir tú. Si das y das y cedes por sistema, si dices siempre “Sí” porque negarte es para tí un calvario o si no pides, te espera erosionar tu salud, desperdiciar el tiempo que debías dedicar a tus afanes, menesteres, hobbies o lo que simple y sencillamente te apetezca. Si no hablas, pides, reclamas o exiges, si no te posicionas y te callas, te cocerás por dentro en tu propio jugo y quemarás tu sangre, lo que viene a redundar en perder la salud, las ganas y la ocasión de disfrutar de muchas cosas. Por tanto hay que dejar muy claro que tú tienes un límite que debes señalar y  no han de traspasar quienes contigo traten. Ah, es verdad que algo hay que ceder algunas veces, porque el guión lo pide. Pero eso estratégico, coyuntural o conveniente en un momento dado para ti. Pero ceder y aguantar por sistema conduce al desasosiego, la rabia y a veces la amargura. Eso sí, hay que tener excusas preparadas siempre, excusas que sean creíbles para librarte a veces de la quema…

Temas de psicologia cotidiana para ayudar a vivir mejor

Sobre el autor

Psicólogo clínico, experto en ansiedad y estrés C/ Carlos Marx,1 - 6º D Gijón (Asturias) http://www.miguelsilveira.com http://www.estresyansiedadonline.com


diciembre 2014
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031