Un día, es un día. Un partido de fútbol, es sólo eso un partido, pero hoy un encuentro trasciende esos 90 minutos.Desde hace 450 años un pueblo deseaba un día como este. No sólo Mohamed VI, no sólo las asistencias a la grandiosa mezquita de Casablanca, la segunda mayor del mundo, son innumerables, por supuesto hombres de un lado y las mujeres separadas, sino hasta el último rincón de Marruecos esperan.
Todos los partidos son enfrentamientos entre naciones, sino que este se ha vuelto histórico para los marroquíes.
Un partido que debería de ganar España, todavía no puede confirmarse.
Luis Enrique parece haber perdido el rumbo, ante la gran afluencia de sus seguidores en las redes sociales, centenares de miles; no sólo fué el único español que no se dió cuenta que por 5 minutos estabamos eliminados del mundial, sino su entrevista de ayer, soberbio, pueden echarnos a perder la posibilidad de enfrentar a Francia o Inglaterra, y no pasar de cuartos de final.
Japón que eliminó a Alemania, derrotó a España y no pasó por penaltis ante la poderosa Croacia, son una muestra del plus añadido que hay en la cabeza de unos jugadores cuando están cerca de una proeza.