Al día de hoy, las posiciones están encontradas. Ucrania ha decidido no ceder ninguna parte de su territorio a la invasión rusa. Rusia, por su parte, exige, Donetsk, Lugansk, Jersson y Zaporiyia, y por supuesto Crimea intocable.

En una negociación siempre hay algo que ceder por cada parte, pero en estos momentos a dos semanas de que el invierno empiece, surge un nuevo elemento en el tablero: el invierno.

Temible elemento. Tuvo que sufrirlo nada menos que Napoleón en 1812, y luego en la II Guerra Mundial,  el temible ejército alemán el de aquel hombrecillo cuyo imperio iba a durar 1,000 años, y ambos salieron derrotados ante los rusos y ucranianos,entonces una sóla nación.

Mientras Occidente, y el apoyo a Ucrania van cediendo por sus propios daños colaterales, no importando la propaganda y la portada de la Revista Time, en Rusia, ante la misma manipulación de los medios,y habiendo lograr que los embates económicos no sean tan drásticos por que ,al cambiar el mundo unipolar al multipolar, tiene en China, India, y los paises del Medio Oriente y otros paises como aliados una salida a las sanciones, Rusia juega todas sus cartas al invierno.

Si se habían lanzado a las infraestructuras, el error de Ucrania, de atacarlos en su territorio, dió un oxígeno más a Putin, quien tiene las cartas en sus manos.De ahí la frase de ayer: “La guerra será larga”

Si antes eran aquellas cuatro provincia o regiones que considera Rusia que son suyos, se había respetado a Kiev, Jarkov, y Odessa( 7 millones de habitantes estas tres principales ciudades de Ucrania), ahora Putin sabe que pùede aguantar mucho tiempo, mientras que las poblaciones de esas tres ciudades, no resistirán fácilmente el durísimo invierno.

No sabemos el final, ni cuando, pero este lo fijarán Rusia y EE:UU..

Europa, se dará cuenta del papel que le hizo jugar el gran imperio.

Esa es la “realpolitik”, la misma por la que EE:UU: van tirando  al gobierno Argentino, al de Perú y cualquier otro, como a lo largo de su historia.