En aquella comida en París en el Palacio del Elíseo con Sarkozy, el jeque y lider del Qatar Hamad Al Thani, con Blatter y Platini, aquel árabe sabía lo que hacía. Como en todos los mundiales compraron a las federaciones, a los líderes del fútbol y se llevaron con el poder de los petrodólares y consiguieron ,o que quisieron: El Mundial del 2022, que se tuvo que hacer en diciembre.Y así, quitándole, a la mala, la sede a los EE:UU, realizó en Doha 7 estadios de lujo.
Su equipo Qatar, fue eliminado de inmediato, pero lo que el no sabía es que hoy, por primera vez en la historia una selección árabe Marruecos, derrotaría a Portugal,como antes a España, que desde la semana pasada era reivindicada no como la selección de Marruecos, sino de toda la Nación Árabe en el mundo, estimada en 1,500 millones de musulmanes.
EN el estadio, al terminar con Ronaldo llorando, y la euforia de todos los asistentes al partido, el entrenador y el equipo corrieron hacia la agrada que daba a la Meca, y se pusieron a orar, de rodillas, con la cabeza en el piso, el ritual de los musulmanes para dar las gracias a Mahoma y seguir el ritual del Islam.
Impresionante, nunca visto.
Con un solo gol en contra, un coraje y un fútbol vertical, se encuentran listos para, si ganasen 2 partidos, serían campeones mundiales..
No lo será, por que en el camino está Francia, pero Hamad al Thani, no sólo hizo que las miradas del mundo se centrarán en su país, sino que ha vertebrado un momento de regocijo mundial al Islam, que es mucho más que los “yihadistas”..