Es para llevar a los niños al Hemiciclo, como una clase especial, para quitarles cualquier ilusión por desear ser políticos algún día, entendiendo a LA POLÍTICA PARA SERVIR ” Y no “PARA SERVIRSE E ELLA”. Basta una sesión del Congreso de Diputados para saber el nivel de deterioro y crispación que tienen nuestras instituciones”.