Tenía aquel indígena ,nacido en Guelatao, Oaxaca, 24 años cuando nacía en Madrid Isabel, la hija de Fernando VII.Ella entre algodones y él criando ovejas en aquel lejano pueblo de Guelatao de 5,000 habitantes.
Cuando ella daba sus primeros pasos, 7 años después del Trienio Liberal de Rafael de Riego, ya con el padre en la capital de España, Benito era abogado en la ciudad de Oaxaca.
Ella de piel blanca, bien vestida, hija del rey; el indígena puro zapoteco, lucía un traje nuevo, con 1.37 metros de estatura.Nada tan diametralmente opuesto.
Nombrada heredera del padre, llegó a ser reina por la modificación de la Ley Sálica, que no permitía a las mujeres ser herederas, y fue reina de España desde 1833 a 1868.
Por delante horizontes distintos. Benito fue Presidente de México de 1857 a 1972 y ella Reina de España de 1838 a 1868.
Benito, en 1857, promulga las Leyes de Reforma, separa el Estado de la Iglesia, Nacionaliza las propiedades de la Iglesia,crea el Registro Civil, hasta que la Iglesia Católica y los nobles mexicanos, fueron a Trieste, en Italia, a buscar al único príncipe de la rama de los Habsburgo que quedaba y lo invitaron a ir a México, “para gobernar a aquellos indios, incapaces”, lo que hizo que el aceptase, a sus 23 años y con Carlota su joven mujer tomaron el barco, fueron recibidos en Veracruz, por quienes simpatizaban con él, y con tener un Habsburgo, nada menos, gobernándolos.
Por supuesto Juárez salió de Palacio Nacional, y en una calesa tirada por caballos se llevó la presidencia itinerante a lo largo del país.Donde estaba la Calesa estaba la Presidencia de México.Una parte pequeña del ejército español y el ejército de Napoleón, habían invadido México; los españoles se fueron voluntariamente, pero al ejército francés, lo derrota el pueblo mexicano con el General Zaragoza al frente un 5 de mayo.
Debilitado en el Castillo de Chapultepec donde residía y yendo por una avenida grande desde Chapultepec hasta Palacio Nacional, y con el gran parque que era la Alameda Central permanecía cerrado para la “chusma”, mientras Benito regresaba a la ciudad de México y con el pueblo con él en una gran y final batalla derrota a Maximiliano de Habsburgo en Queretaro.
Allí Juárez, a pesar del perdón pedido desde Europa como el solicitado por el gran Victor Hugo, fusila en el Cerro de las Campanas a Maximiliano a Miramón y Mejía, los generales que habían ido a buscarlo, mientras Carlota esperaba ser recibido por el Papa.
Por supuesto, se olvidó del Castillo, vivió hasta el finala en Palacio Nacional, y aquella gran avenida es hoy Paseo de la Reforma y, por supuesto, aquel bello jardín llamado la Alameda Central quedó abierto para siempre al pueblo mexicano.
Faltaban 6 años para que Isabel II, dejase el trono de España, ante la Revolución Gloriosa y la primera república.
Benito, indígena puro de los que sobrevivieron a la conquista, se trasladó a Palacio Nacional, hasta 1972.En las tardes salía a caminar por las calles cercanas a Palacio, hasta que un día en 1972, muere en su cama en Palacio, en el Zócalo de la ciudad de México.
Impresionados, aquella pareja de italianos le pusieron a su hijo el nombre de Benito, aquel indígena de 1,36 metro de altura pero que había capaz de Nacionalizar los Bienes del Clero. Se llamó Benito Mussolini .
En España, Isabel II, tuvo ante sí la gran tarea de enfrentarse a su primo Carlos María Isidro y desgastar al país en las guerras Carlistas.
Isabel II, muere también en la cama, pero en París en 1904, a seis años de que se iniciara la Revolución Mexicana de 1910.