Dos premios Nobel de América Latina.Uno, sin necesidad de la Metrópoli, Octavio Paz, renunció a ser embajador de México en la India en 1968 tras la matanza de Tlatelolco. El otro que consiguió el Nobel gracias a la Metrópoli, hoy preocupado de sus líos sentimentales, Vargas Llosa, ni una palabra sobre las decenas de muertos, por la misma causa, en Perú.
Paz, reposa en México y el ex de Isabel Preysler, de aquella tierra de indios no quiere saber nada.