Eran los 70, cuando los conocí en nuestra casa de México en Vértiz .Él ,el hijo de un Alcalde de Oviedo y ella una magnifica doctora, tuvimos el primer contacto en aquella comida que Rafael siempre cocinaba de primer nivel, por haber aprendido el gusto de mi abuela Dolores, que tenía un puesto de comida en el Mercado de El Fontán en Oviedo.

En 1976, los volvía a ver, cuando tras el Congreso Extraordinario del PSOE en el Palacio de Congresos de Madrid, dentro de la delegación asturiana con mis padres, fuí a Oviedo a acompañar a mi padre a buscar un local privado para empezar a sentar las bases de lo que sería la Federación Socialista Asturiana que luego dirigiría durante dos gestiones.

Y así, por la cercanía familiar entre mis padres y ellos dos, iniciamos una amistad de la que me siento honrado, y que sería testigo de la toma de protesta de Rafael como presidente del Principado y con Antonio Masip en su gobierno.

Cuando mandan al exilio, los “prohombres del socialismo Fernández Villa, Sanjurjo “,con el apoyo de Guerra y de Felipe, la relación en Oviedo, cuando venía,giraba en el Ayuntamiento de Oviedo, en aquel casco antiguo tan querido y recordado, la Pescadería y aquel pequeño Trascorrales, con 8 meses y la atención de aquella pareja ,el tan buen cocinero, y ella fina y bella dedicada a la atención a los clientes.

Y, ocho días más tarde de estar comiendo con el presidente del PST de México, mi mejor amigo, que había sufrido el fallecimiento de una hija que la arraso en una  tromba de agua en la ciudad y decidimos venir a España, al regresar, Carlos mi hermano nos avisa que a Pura le había dado un derrame cerebral fulminante, y un día antes que la familia, ya estaba yo con Pura, en ese cuarto del Hospital General, pies helados, cabeza hirviendo llorando todo el día , abriéndole sus ojitos, besandola, lo que fue una despedida a como debe ser.

En el funeral, tras la carroza de vidrio, con Pedro de Silva y el resto de la familia y centenares de socialistas, dimos su primera despedida en la Casa del Pueblo, pero no olvidé nunca, el acto, en el Ayuntamiento, ante miles no socialistas que Pura atendió en el ayuntamiento, como Antonio Masip, le colocaba la tercera medalla para una “vida eterna” del Ayuntamiento, con  él como Alcalde

Al regresar en el 2007, me encontré con la noticia de su ictus, y siempre lo acompañaba a los actos, para ayudarle fisicamente. NO olvido a la madre que en Ribadeo, en una comida, ante le belleza del río, el trato respetuoso por ser nieto de Belarmino.

Y hace más de 15 años que nos vemos, pero he seguido su trayectoria a través de su exquisitos escritos de los lunes en la Nueva España. No falta, en llegar al ordenador lo que va a publicar, a pesar de su estado físico que debe de ser muy duro, pero con una memoria y una narrativa, que el lunes o antes, es una placer el leer. Toda su vida, sus vivencias en Oviedo, el conocimiento de la historia, de ser eurodiputado, son un deleite semanal, agregada a la vida grata que me ha tocado vivir.

Por supuesto, siempre ala lado, cariñosa, una mujer de primer nivel, Eloina, a quien debo tantas atenciones de tantos años en su casa y el recuerdo de los dos hijos de la pareja, valor de Oviedo, Valor de España y del Socialismo.

¡¡¡Salud, queridos Antonio y Eloina, de quien no los olvida !!!