En 1982, siendo mi padre primer presidente del Principado, nunca olvidé aquella mañana en que en su despacho entonces en la primera planta de la Junta General del Principado, en la contra esquina que da vista al parque San Francisco, aquel hombre con 70 años, me señalaba a un edificio blanco a 50 metros de aquella oficina, donde era un hombre feliz: ” Mira Rafal, ese edificio lo voy a comprar, creo que a Massaveu y creo Banco de España, para que sean las oficinas de la presidencia del Principado”. Nunca estuve en él, y por supuesto, en estos 17 años nadie me invitó a tomar un café…hasta ayer en la tarde.
Un amigo me enseñaba en los Apartamentos Gijón, los mensajes que mandaba el presidente del Principado Adrián Barbón, y en donde se recordaba que si habia habido un presidente, siempre omitido, que se había llamado Rafael Fernández. Otro día, venía y me comentaba el mensaje diario de presidente a los asturianos donde se hablaba del Consejo Soberano de Asturias y León y de un tal Belarmino Tomás, del cual algunos recordaban por aquellos billetes que en 1936 y 1937, era la moneda en Asturias llamados ” Belarminos”.
Comprendí que algo había cambiado, y ese alguien era Adrián Barbón, que rescataba el pasado para edificar el futuro.
Cuando en 2007, al mes de retornar, en Candás , aquella inolvidable trabajadora social joven, de Avila, me decía: ” Rafael hay algo que no nos encaja a ls compañeros y a mi. Como dice que usted viene a iniciar su segunda vida a los 67 años, si aquí nos jubilamos a los 65 “.
Por ello, tras haber acompañado a Belarmino y Severina( que los traje de México en 1984) al cementerio de El Pando y y luego a Pura, más tarde a Rafael a El Salvador en Oviedo, yo había cumplido en esa segunda vida con que mis viejos descansaran en paz en su Asturias querida, y habiendo terminado los 9 libros sobre la historia de ellos y su generación, consideré que era el momento de cerrar la Segunda Vida.
Mande un correo certificado a Oviedo a Presidencia, quienes se pusieron en contacto conmigo, y en medio de todos los problemas del país y de la región, este lunes se comunicó conmigo el Jefe del Gabinete Manuel Granda, avilesino, buena persona efciente y ayer vino él a buscarme en un auto, para llevar las dos maletas del Archivo personal de nuestra familia, del cual soy el único que tengo el gusto de tener vida.
Y, por fin, 41 años después, llegué a aquel edificio del que me había hablado mi padre. Casi no lo creía.
A las 5 de la tarde, apareció Adríán , joven, muy buen aspecto, fino y cordial, y nos sentamos en su oficina, donde por primera vez un Presidente del Principado me invitó a un café, y como compañeros asturianos y socialista.
En un ambiente relejado, le llevé las fotografías de la Primera Vida, en México, desde que nací, hasta que regresé a los 67 años. Era la vida de un modesto luchador social, que como miles y miles luchamos por cambiar a México y lo logramos. La primera vida, me dio el lujo de dejar a lo que mas quiero, mis hijas y mis nietos UN PAÍS SUPERIOR AL QUE RECIBÍ.
Y, sin prisa, con cariño de compañeros del mismo origen las cuencas mineras asturianas, el hombre escuchaba y preguntaba.
Al entregarle las dos maletas con todo mi archivo, le decía que terminaba mi Segunda Vida .Con sensibilidad por que estaban las fotos de tres generaciones, cuatro con las de mis hijas y nietos, siempre acompañados por Manuel Granda, prudente, los van a digitalizar y devolverme los originales que quedarán en Cancun en las bibliotecas de mis hijas Paloma y Acacia..
Cuando le comenté que con esa entrevista, esa conversación, terminaba la segunda vida, faltaba la sorpresa que aquel muchacho, hoy Presidente del Principado, me llevó a la planta baja y encontré la sorpresa: La sala donde da sus conferencias de prensa y actos importantes, se llama….Sala” RAFAEL FERNANDEZ ” y en el otro extremo, a 30 metros, como en la vida, está la sala especial, para invitados especiales, estaba una sala con muebles de hace 90 años, donde se firmó la Soberanía y se gobierno 461 dias Asturias en aquel Consejo Soberano de Asturias y Léon: Sala BELARMINO TOMAS.
La verdad, fue una emoción muy grande, que nunca olvidaré de Adrían Barbón. Había rescatado el pasado heroico del siglo XX de los asturianos, para sentar las bases para el el futuro de Asturias. Era mi sueño, pero , Adrían ya lo había materializado, sabedor de los tiempos.
Cuando, nos despedimos con un abrazo en la puerta donde estaba el automovil que me regresaría a Gijón.
Empiezo a los 84 años la Tercera Vida.
En la autopista, pensaba:¿ Cuanto costaba ese detalle de Adrián a uno mas de los sin nada?
¡¡¡ No tiene precio !!!