Tamuyín en 1250, mientras unificaba a todas las tribus mongólicas, y cruzaba a galope toda Asia, desde Rusia, Asia Central y China, no sabía nada de Uxmal, ni le importaba. Estaba creando uno de los grandes imperios de la historia y ni sabia, ni le importaba que hubiese un océano Atlántico. Nacido en 1162 y muerto en 1227, habiendo dejado en su paso por la vida, tantos descendientes, que hoy se estima que el 6 % de los habitantes de Asía Central, tienen los genes de aquel Gengis Kan.
Invitado por los chinos, allí encontró algo que le llamó la poderosamente la atención: la Polvora. Los chinos la usaban nada más para juegos de artificio, hasta que aquel genio conquistador, la convirtió en arma de guerra, para salir de China, e inventó un arma pequeña que sería trascendental: el rústico cañón.Con ella, la pólvora, se convertía en un arma diferente. De la misma zona de donde habían sido domesticados los caballos 4,000 años antes, surgía aquella arma, sin la cual la abuela de Carlos V, Isabel La Católica, nunca hubiera podido conquistar Granada e impulsar la aventura de Colón.
En la sinergia entre Oriente y Occidente, a través de la ruta de la seda, surgieron grandes inventos y cambios comerciales, lo que no sucedió nunca en América, entre ellos los cañones, la pólvora, los caballos.
Cuando el nieto del gran Tamuyín, en 1275, el Kublai Kan conoce a Marco Polo en Xanadú no sabía que de esa amistad, iba a tomar Colón la idea de que le tierra era redonda que ya lo sabían los chinos, pero tan poderosos no necesitaban tierras nuevas, como, luego en Granada, se lo confirmó un viejo estudioso del Islam, pero además conociendo las corrientes del Atlántico.
Los mayas, surgidos desde 500 a.c. en Calakmul,, vivían su vida en Centro América y luego México, con los deseos de que nunca se les acabase el maíz, pero desconocedores de lo que sucedía en aquella tierras de donde provenían, Asia, pero que al abrirse el continente, a través del Estrecho De Bering, nunca les llegaron los adelantos de Oriente y Occidente. NI tenían caballos, ni pólvora, ni cañones ni tampoco habían logrado llegar a la cultura del hierro, y que fueron presa fácil de aquellos “heroicos”, que los sometieron, ni españolas, ni inglesas ni portuguesas.
No sabía Isabel La Catolica ni Fernando de Aragón que, a través de Juana, a la que traicionan, ellos, y su propio hijo, iba a coincidir con que un nieto suyo, lo fuera también de aquel Habsburgo tan poderoso, y que aquel nieto iba a ser el Emperador de aquel Sacro Imperio Romano, Germánico, y que iba a jurar en Aquisgran, como lo había hecho 700 años antes CarloMagno, y ser el todopoderoso emperador no sólo de Europa, sino de aquellas tierras llamadas América, por Américo Vespucio..
Por donde, todo lo que venía de Asía, permitió a Europa perder el miedo a las Columnas de Hercules, que el cristianismo, que planteaba que la tierra era plana, y que se irían al vacío, y por ello por milenios la vida se desarrollo, en Occidente, alrededor de aquel mar protector, el Mediterráneo del que no se podía salir.
Los Reyes Católicos, lo iniciaron Carlos V, nacido en 1500 y con sólo 55 años termina en Yuste, y su hijo Felipe II, logra que se traiga de las Américas, 8 billones de euros, actuales, los cuales, como nuevos ricos, sólo el 30 % quedó en España, decorando en papel de oro a los santos, , haciendo Catedrales, en guerra con media Europa, sin avanzar para nada, mientras los protestantes, que le habían financiado las guerras y la gran hiperinflación se quedaron con el 70 % de las riquezas de aquellas América..
“Cachitos” de la historia