Fue ejemplar la decisión de la Ejecutiva del Partido Socialista Obrero Español. Ante la enorme cantidad de dudas de sus personas más allegados, la disciplina la impone el partido y no el militante. Usted no ha sido expulsado del partido, pero si de sus cargos. Antes en el gobierno y ahora en la Cámara de Diputados.
Si se es inocente que los juzguen los tribunales, pero si tiene, como tiene, la información de que sabía todo lo que pasó, el renunciar al escaño es muestra de que lo que busca es el FUERO que le da ante justicia.
Äbalos fue de aquella camada de miembros del Partido Comunista de España que, en 1981, cuando se dieron cuenta de que no tenían ningún futuro en democracia, aprovechando que el PSOE sólo tenía 140,000 militantes, se subieron al barco y han estado decenas de años montado en las instituciones.
En Asturias tuvimos ejemplo, y el final de aquel compañero de Areces que, como él ,dejaron en Perlora el PC y se incorporaron al PSOE y como terminó es un ejemplo.