Ayer en el Congreso Nacional de Morena, ante 3,000 delegados de todo el país, Claudia SHEINBAUM fue contundente, para quienes no la conocen: “NO NOS ARRODILLAREMOS FRENTE A NINGÚN PODER ECONÓMICO Y EXTRANJERO”.
Parte el domingo, tras seis años de un victorioso proceso nacional, con el liderazgo de 133 millones de habitantes y simpatía de 11 millones en los Estados Unidos, con el 67 % del voto que la hicieron la PRIMERA PRESIDENTA DE AMÉRICA DEL NORTE, con los 2/3 de los congresos nacionales,senadores y congresos regionales, un partido político nacional, un proyecto de nación en marcha por el que luchó 20 años, a su 62 años, descendiente de sefardíes, con el petroleo, la electricidad y el litio en manos de la nación, la alianza con los grandes capitales y en uso pleno de la DEMOCRACIA.
Con una deuda de 0.47 % del PIB, con una recaudación fiscal suficiente para no tener que subir impuestos, con un dólar, por primera vez sin devaluación y una infraestructura envidiable, en el Mayor Tratado Comercial del Mundo.
Detrás de la decisión de López Obrador de rescatar la historia de los pueblos originarios, esta Claudia.
La no invitación al Rey Felipe VI, fue una decisión de ella.