Con toda honestidad, España enredado en sus problemas internos, entre ellos los restos del Poder Judicial de clase derivado del franquismo, casi todos los días, sus contertulio hablan de la “una de las democracias más consolidadas del mundo”, cuando sabemos que no es cierto. Ejemplo claro el caso Aldama, preso, acusado de otro delito sobre 100 millones de euros, es liberado, con riesgo de fuga y destrucción de pruebas, y en esos tres meses, sin ninguna base suelta afirmativas contra todo el gobierno y una amenaza contra el presidente del gobierno, que al día siguiente, se convierten en dardos contra el “Sanchismo “.De nuevo, nos falta modestia.