En nigún lugar mejor que en la serenidad de este rincón asturiano frente al Catabrico y lejano a la playa de El Musel, en este clima incomparable que es Gijón, en la serenidad de estaa etapa de la vida, para plasmar una parte de lo vivido.

Ayer, en México, fué electo el luchador mixteco de Oaxaca,como Benito JUárez, Hector Aguilar Ortiz, en Tlaxiaco, donde el autor en 1959, hacia sus practicas de ingeniero civil y con 15 compañeros más, entre ellos Carlos Slim, se ayudaba a construir la carretera de Tlaxiaco a Acapulco, en la zona mixteca de Oaxaca, estado colindante al norte con Chiapas y al sur con Guerrero., como presidente de la Suprema Corte de justaicia de la nación (SCJN) el máximo organismo judicial de México. De aquella tierraa, de aquel cultura, tenía que surgir tal hombre, como en su momento, nacido al norte del mismo estado, nada más que zapoteco, había nacido Benito Júarez.Nos atrapapó desde esa edad la profundidad de aquel pais que,gerosamente nos habia recibido al expulsarnos los poderes facticos con FRancisco Franco al frente.

Allí, sin militares ni curas por las calles, estado laico, aprendimos a no olvidar a España, a Asturias y abrevar de aquel país tan lejano que empezamos a conocer en aquellas prácticas. Más tardee sentiriamos los primeros disparos en la avenida indepenencia, casi esquina con la calle de López, donde viviamos la mayor parte de la Isla Verde, la de los sin nombre, privilegiada gracias al asilo del General Lázro Cárdenas. Aquellos disparos eran contra los ferrocarrileros dirigidos por Demetrio Vallejo, también oaxaqueño, con quien en 1972 iniciamos un partido politico, el primero en México, con Heberto Castillo, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Cabeza de Vaca y el autor.

Educados en tres colegios comprados por los republicanos españoles, el Colegio Madrid, el Instsituto Luis Vives y la Academias Hispaoamericana, donde en el primero donde estudiamos los tres Fernandez Tomás, y que los lunes, cantabamos el Himno Nacional y el Himno de Riego, donde realizariamos todos los estudios hasta llegar a la universidad.

En el Café Madrid, a los 15 años, pasaría parte del día escuchando a los “viejos”,a “nuestros viejos” viejos en agitados debates donde todos paraceían haber ganado la Batalla del Ebro, a muchos de los cuales como jovenes socialistas con camisas rojas, que Pura nos habaaía confeccionado, los acompañó este autor hasta el cementerio español, con su unico traje, sin un peso en el bolsillo, pero siemepre, siempre, con la herencia a los hijos: el carnet del partido, del sindicato, ya fuera socialistas, comunistas anarquistas.

Aquella Universidad Nacional Autonoma de México(hoy la única de latinoamerica entre las 100 mejores del mundo(94),mientras las principales de España la de Barcelona y la de Granada están enre las 200 y la Autonoma y Complutense de Madrid entre las 300, en el estudio de las principales 1,000 del mundo.Aquella UNAM era el primer contacto, fuera del ambito del exilio y los colegios. Con sus 300,000 estudiantes ya edificada la ciudada UNiversitaria, en los pisos rugosos de las cenizas del volcán el Xitle, alredor de tan enorme jardin, impecable, las facultades y escuelas, don Rafael, nos ofreció y lo cumplió, aquella frase en el tranvía Valle, rumbo al Madrid, Ingeniería Civil a Rafael, medicina a Carlos y Filosofia y Letras a Jorge Belarmino.

Y de ahi, los 60, el MOvimiento Estudiantil Popular de 1968, base del México actual, el 70 la crecaión de los Partidos, o el Congreso de Suresnes,,el Conreso en Madrid de 1976 del PSOE, en aquel enorme auditorio, prsidido por Felipe, con Brandt, Mitterand, Palme.

Y así los 80, los 90, los 2000, la vida entre dos paises, el ser Diputado Federal, Gobrernar Iztacalco, una Asturias pero en el corazón de ciudad de méxico, la organizaciòn de la mIsa de los 86 pasos de jUan Pablo II, con 3,500,000 d asistentes.

yluego todo lo que nos depararía el 2,000, hasta hoy con dos hijas gemelas y nietos en la Universidad y la Prepa, observando el final del mundo UNipolarv surgido en Bretton Woods, el principio del mundo MUltipolar y las resitencias al cambio que han llevado a Trump y sus seguidores a la vuelta a aquel siglo XIX, de 1870 glorioso donde las potencias se repartían Africa y la Iglesia Católica celebraba el Congreso Vaticano I.

¡¡Suena bien, para este 2025….!!