Era el fin de anoche de 1958,y tras la cena ,veíamos los partidos de fútbol americano tan especial para los norteamericanos, ante la chimenea de aquella mansión de Chevy Chase, en Washington donde la señora Supervía nos había incluido en los intercambios, entre hijos de republicanos en México y las familias originarias, demócratas, anglos y protestantes de aquella gran familia, los Bernstein.¡ cuando de pronto, agitado, entró Alan, “nuestro hermano”: ” HUYÓ BATISTA”.
Si bien sabíamos de la lucha de Fidel, el asalto al Cuartel Moncada aquel 26 de julio, nos llamó la atención el impacto en EE:UU. en una familia de políticos demócratas, que estaban contra Eisenhower en la presidencia y que llevarían dos años después a John Kennedy a la presidencia.
Pero si a los Bernstein los conmocionó, no digamos lo que pesó en la mafia de Chicago encabezada por Gian Siamcana, amos y señores de Cuba en plena alianza con Fulgencio Batista, aquella noticia, para ellos amos y señores de su prostíbulo particular y sus casinos llamado Cuba, más cercano que Las Vegas
Pasó el tiempo, todos supimos de Kennedy, de aquella campaña electoral frente al sudoroso Nixon, y asistimos asombrados a lo que, glamouroso, parecía el principio de una nueva época en los EE:UU y en el mundo.
Pero Eisenhower le había dejado una herencia envenenada a Kennedy. Había que tirar al dictador, que les había quitado el negocio. El plan se llamó Bahía de Cochinos, y consistía en haber reclutado a paramilitares entre grupos del exilio cubano, para tomar una parte del territorio de Cuba, crear un gobierno paralelo, que haría que el pueblo cubano se levantase en favor de sus liberadores del “comunismo”, manejado por EE:UU, y la OEA les daría cobertura legal al imperio, como siempre daría cobertura legal a las decenas de invasiones de los descendientes de Isabel, sobre los 26 paises descendientes de Felipe II.
Y llegaron aquella madrugada, en aviones de los Estados Unidos a lo se llama Bahía de Cochinos convencido el Presidente de que el pueblo cubano se iba a levantar contra Fidel, cuando llegasen sus liberadores, como le vendieron el plan a aquel presidente, al que años más tarde, a él y a sus hermano Robert, los iba a liquidar Siamcana.
Pero…
Al llegar, estaba esperándolos el mismo presidente Fidel Castro en aquella zona fue para siempre para los cubanos revolucionarios, Playa Girón.
Duraron dos días, antes de ser aplastados por Fidel, sin que ninguno cubano se interesara ni supiera de su liberadores ante “el comunismo”.
Derrotado y humillado, Kennedy preparó su propio plan para acabar con Castro.
Pero no captó la mentalidad de aquel campesino rechoncho con cara amable, presidente de la URSS, llamado Nikita Kruschev, que en el XXII congreso del PCUS, sacó a la luz todas las vergüenzas de Stalin, y que en Naciones Unidas, se quitó un zapato para protestar por algo.
Aquel presidente de Rusia, tras haber visitado a Cuba, hizo un recorrido por medio Estados Unidos, comiendo hamburguesas que se ganó la simpatía del pueblo norteamericano, pero que detrás de él estaba el talento innato de los dirigentes rusos.
Pondría a prueba a Kennedy, como ahora, Putin pone a prueba en el marco nuclear a Biden y a Occidente en su conjunto.
Para entender lo que viene y lo que pasa en Ucrania, necesariamente había que pasar por aquella época donde acabar con Castro era prioritario.