Ayer volvió a mostrar su carácter, el Papa Francisco I.Empeñado en la modernidad de la Iglesia Católica, como lo hizo Juan XXIII y luego trató de darle marcha atrás Juan Pablo II.
En septiembre destituyó de su puesto al cardenal Giovanni Bucci, uno de los más cercanos a él, por tener pruebas del mal uso de los fondos de la Iglesia y haber comprado bienes inmobiliarios, como el Sloane Avenue, en Londres por más 200 millones de euros.
Fue un fuerte golpe al Opus Dei, pero siendo Cardenal, Francisco lo invitó a la gran reunión de toda la Iglesia este año.
Sin embargo siguieron los embates de Bucci contra Francisco, al grado de querer preparar una trampa a través del teléfono, fue captado por el personal de confianza de Francisco.
Ayer, sorpresivamente, Francisco I, lo colocó como NO ELECTOR, para cerrar las puertas a su intervención en el Cónclave que ante la renuncia o fallecimiento de Francisco, decidirá su sucesión.
La lucha contra los cambios sobre el descubrimiento de las finanzas de El Vaticano, sus acusaciones a los pederastas y sus ideas innovadoras, chocan con los intereses más reaccionarios de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.
Cuando los Estados Unidos iban tras las URSS, lo primero que hicieron fueron usar a un Cardenal Polaco, amigo de Walesa, quien no salió a la primera, pero dos meses más tarde, el “equivocado Juan Pablo I falleció sospechosamente., y entró el hombre de la Iglesia para tirar a la URSS.
Hoy las mismas fuerzas, que van tras Rusia, tras China y el mundo multipolar, va con todo contra Francisco.
Y él se defiende, sabedor de los cambios que se están produciendo en el mundo.