El debate ya está de nuevo en nuestro país. La Generalitat obliga a aceptar a una niña con pañuelo islámico en una escuela de Gerona. En contra del criterio del centro -éste le había impuesto que lo dejase de usar- los servicios de Educación han hecho valer su jerarquía porque, según sus manifestaciones, las escuelas deben considerarse aconfesionales. Bien, les confieso que yo no tengo una opinión clara sobre el asunto. Por un lado creo que, si muchos centros aconsejan el uniforme a sus alumnos como medida para evitar discriminaciones entre ellos, ¿por qué se iba a tolerar que alguien llevase un “shador” como manera de manifestar una religión diferente? Pero por otro también considero que, si a un alumno cristiano se le deja llevar una cruz o una medalla con la Virgen, ¿por qué no se le iba a permitir a la niña llevar su velo? No sé, pero no crean que el asunto está tan claro. En Francia causó un debate de órdago que finalizó con su prohibición de uso en las escuelas por parte del Estado. En España, en cambio, el tema no había causado mayores controversias y, prácticamente, desde que en el 2002 en Madrid ocurriese un caso parecido, la cuestión había permanecido en stand-by. Lo que sí me resulta llamativo son las declaraciones de los padres diciendo que lo lleva por propia voluntad. Que incluso estos estaban dispuestos a dejarla si era su deseo el no usarlo. ¿Será eso así?