Hay políticos que parecen un avatar de Internet. Sí, me refiero a esos muñecos virtuales que uno a golpe de ratón puede hacer caminar, correr, o volar por un mundo virtual. Miren si no el caso de Ángel Acebes. En los días posteriores al11-M se convirtió en un avatar que sobrevolaba la realidad. Mientras las pistas del atentado señalaban hacia una dirección, él se empeñaba en mostrarnos otra. Lógicamente, su partido, lo pagó. Hace poco, al socaire del mismo tema, tuvimos una prueba más. Mientras todo el mundo espera la sentencia como un refrendo o palo para alguno de los bandos, él se desmarcó. Volvió a ser avatar y dijo que, «el Partido Popular nunca ha mantenido la teoría de la conspiración». Cosa, evidentemente, poco creíble, puesto que gran parte de la legislatura ha estado marcada por los rifirrafes sobre este tema (con permiso de ETA, claro está). A pocas horas de conocer la decisión judicial, podríamos incluso preguntarnos si no aparecerá de nuevo el avatar Acebes. Ése que vive en la irrealidad y la sobrevuela cuando no le conviene. Todo dependerá, claro,de cómo sea.