Lo que le faltaba al malogrado vial de Jove es ligar su destino al de la ZALIA. Es decir, que los accesos a El Musel dependan ahora del desarrollo de la zona logística de San Andrés de los Tacones. Zona, digo, que lleva casi 20 años (2005) en estado vegetativo. Es más, que no ha quebrado gracias a que el dinero público, como dijo en su día una ministra, no es de nadie. Según el consejero de Fomento, Alejandro Calvo, una estación intermodal (llamada Interzalia y que ni está, ni se la espera) parece que va a ser parte de la solución para eliminar el tráfico pesado de La Calzada. No sé, suena igual que lo que dijo el Ministerio de Transportes en su estudio de las alternativas al vial. Poco menos, la resolución del problema de los miles de camiones que a diario cruzan el oeste de esta ciudad, estaba en esperar a que fuesen eléctricos. Como broma, hasta resulta de mal gusto. Lo que queda después del timo de Jove -sí, tenemos derecho al pataleo, aunque algunos quieran pasar página de forma rápida- es un batiburrillo. Un conjunto de ideas descosidas que tienen difícil hilván. Por lo visto, quien va a liderar el proyecto es el Principado, recuperando la salida por Aboño que podía haber estado hecha hace años. Eso sí, con el Ministerio de Transportes haciendo el estafermo: quieto, parado y viéndolas venir. Armé una gorda y ahora buscáis vosotros la solución, puesto que yo me lavo las manos como Pilatos. El verdadero problema, repito, es que seguimos sin saber quién está al volante. Tal parece que nadie.
@balbuenajm