>

Blogs

Jose Manuel Balbuena

RETORCIDA REALIDAD

Balones fuera.

En el paraíso de lo público a veces pasan cosas inexplicables. Es el caso de lo que estamos viviendo con Cogersa. Ya saben, el consorcio que trata nuestra basura y sigue el mismo principio de la conocida «vía fiscal asturiana»: pagas y pagas y vueles a pagar. De hecho, sus continúas subidas de precios -hasta el 43% con respecto a las tarifas del año pasado- ponen en jaque a todos los ayuntamientos de la región. Sin embargo, su gestión es, cuando menos, mejorable. En ninguna empresa privada de este tamaño -entre plantilla propia y contratas tiene 569 empleados- nos podemos encontrar algo como lo que hemos visto con el seguro de daños. En una actividad de alto riesgo como la que ejerce, resulta sorprendente que lleve dos años y medio sin póliza. Durante este tiempo, se han producido tres incendios con un con coste aproximado de 16 millones de euros. El más importante, en la conocida como «la plantona», resultó especialmente sangrante al tratarse de una instalación nueva y que costó 63 millones. Fue en ese momento donde nos enteramos de que no había ningún tipo de cobertura desde abril de 2022. Fue ahí, digo, donde se empezaron a echar balones fuera.

Según parece, el motivo estaba en el alto coste de este tipo de pólizas. Es decir, que habían subido mucho. Oigan, como si en el mundo del seguro no existiesen las franquicias: instrumentos que permiten bajar la prima, asumiendo el asegurado una parte de los daños. Es más, hasta resulta chocante que se eche la culpa al departamento económico de Cogersa, mientras la gerencia y presidencia hacen mutis por el foro. La versión escuchada de la consejera de Transición Ecológica del Principado y máxima responsable, Nieves Roqueñí, resulta confusa y siempre tratando de minimizar el problema. Primero, habló de una mera «cuestión administrativa de contratación» (sí, claro, que cuesta millones de euros al contribuyente). Y segundo, de una «cierta crisis reputacional» (insistimos, millonaria para nuestros bolsillos). Ahora bien, de asumir responsabilidades nada de nada. Aquí el marrón se lo tienen que comer por debajo, mientras los de arriba se dedican a ponerse de perfil. En el paraíso de lo público, repito, resulta incomprensible que una empresa saneada (150 millones de euros llegó a tener en los bancos) no sea capaz de gestionar la prima de un seguro.

@balbuenajm

Por JOSE MANUEL BALBUENA

Sobre el autor

Economista y empresario. Colaborador de EL COMERCIO desde hace ya muchos años. Vamos, un currante en toda regla


octubre 2024
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031