La consejería de Vivienda se dispone a declarar dos zonas tensionadas de alquiler en Gijón por la aplicación de la nueva Ley de Vivienda. En concreto, son los barrios de La Arena y Cimavilla. Todo ello, a petición de nuestro Ayuntamiento que lo aprobó en noviembre del año pasado, con la sorprendente abstención del equipo de gobierno municipal (Foro, PP y concejal no adscrito). Es el único municipio en Asturias que lo ha solicitado. Pues bien, digo que resulta chocante puesto que el intervencionismo no debería de ser apoyado por quienes se definen como centro-derecha. De hecho, la pregunta es, ¿creen entonces nuestros actuales gobernantes en la libertad de mercado? Por lo visto, no. Esta declaración implica que habrá una limitación en el precio de las rentas, en base a un Índice de Precios de Referencia para el alquiler. O sea, su inmueble vale lo que diga el Ministerio. ¿Qué va a pasar? Muy sencillo: que la poca oferta de pisos en arrendamiento de larga duración desparecerá por completo. ¿Qué sucede si de una Ley nefasta se aplican sus instrumentos? Fácil: el problema se agrava. Desde que entró en vigor la norma, en mayo del año pasado, los alquileres no han parado de subir, como consecuencia de la retirada masiva de las viviendas por parte de los propietarios. Ahora, con esta nueva vuelta de tuerca, nadie querrá poner su inmueble a rentar en La Arena o Cimavilla. Al menos, durante los tres años que tendrá de validez la declaración de zona tensionada. Solo quedarán los pisos turísticos.
@balbuenajm