Por un lado, entiendo que afiliados y simpatizantes del centro-derecha asturiano estén contentos. La elección de Diego Canga como cabeza de lista del PP en los próximos comicios autonómicos tiene sus ventajas. Entre otras, la de situar al frente de la candidatura a una persona muy preparada y alejada de las luchas intestinas que suelen asolar esta formación. La hoja de servicios de Canga como alto funcionario de la Unión Europea no deja lugar a dudas. Su vinculación con nuestro paraíso natural -a través de la asociación Compromiso Asturias, además de haber formado parte del comité asesor de Javier Fernández– tampoco. Eso sí, queda por conocer su dimensión política real. Esto es, cómo se moverá en las turbulentas aguas de la lucha entre partidos. Dicho de otra forma: habrá que ver su capacidad de conexión con electorado. Al cual, por cierto, esto de ser un técnico brillante le suele dar bastante igual, puesto que su voto se forma de muchas maneras. De hecho, el buen político se diferencia de un tecnócrata en su capacidad para seducir al votante. Si fuese tan sencillo, o sea, poner al frente del Ejecutivo al que mejor nota o currículum tenga, convocaríamos unas oposiciones. No tendríamos ni que acudir a las urnas.

Pero por otro, entiendo también que debe de ser duro ver como nombran al candidato asturiano desde Madrid. Es decir, tener que enterarse por EL COMERCIO de quién les va a representar en mayo de 2023. Sin ningún tipo de primarias o un congreso que guarde las formas. Génova lo nombra digitalmente según su criterio y la sucursal asturiana a secundarlo a ciegas. Ya saben, el que se mueve no sale en la foto. Sin embargo, como digo, el afiliado de base debería preguntarse cuál es su papel dentro de la organización. Fíjense que uno de los obstáculos que tienen los populares para llegar al poder está en la estructura. Compárenla con la implantación territorial que tiene el PSOE en Asturias y verán que existe mucha diferencia. Pregunto, ¿cómo va a crecer el PP si la militancia no participa en nada? ¿Cómo quiere que los candidatos tengan el refrendo de los ciudadanos si no lo tienen ni en su propio partido? ¿Acaso solo confían en el tirón nacional de Alberto Núñez Feijóo? Entiendo, digo, que muchos simpatizantes tengan una mezcla de sensaciones que se incrementará con la elección de las candidaturas municipales. Por supuesto, también a dedo. En definitiva, un sabor a todas luces agridulce.

@balbuenajm