Tengo la costumbre de leer todos los mensajes que llegan a este blog, aunque prefiero no entrar en conversaciones, porque entiendo que esta es una tribuna libre en la que cada cual puede exponer su opinión. Los únicos requisitos son de la educación y el respeto. La mayoría lo cumplen, lo que es motivo de agradecimiento.

El partido de Málaga dejó marcados a algunos jugadores, principalmente los defensas, entre los que se encuentra Sastre. Está claro que si el mallorquín tuviera unas condiciones futbolísticas como las de Cafú en sus mejores tiempos no estaría ahora en el Sporting. Seguro que en el momento de estudiar la renovación de su contrato hubiera tenido que analizar propuestas económicas sensiblemente superiores a la que le hizo el club gijonés. Vamos, que no es tan malo como algunos aficionados quieren ver, aunque es lógico que en los 258 partidos que lleva de rojiblanco, cifra que se dice pronto, haya tenido algunas tardes menos afortunadas.

El lateral balear es un futbolista honrado donde los haya, que, hasta ahora, encontró el aval de todos los entrenadores que tuvo desde que fichó por el Sporting. Con Acebal, Maceda, Marcelino, Ciriaco Cano y Preciado fue titular indiscutible. Por algo será. En su trayectoria me consta que jugó en dos ocasiones con secuelas de una fractura de los huesos propios de la nariz, sin estar recuperado, y el número de entrenamientos que se perdió en siete años puede contarse con los dedos de una mano.

No tengo que defender a Sastre, porque es una persona lo suficientemente adulta como para defenderse, si es que alguien tuvo capacidad de ofensa. Personalmente, no me parece justo el trato que algunos aficionados le dan al defensa balear, quien el año pasado aceptó la propuesta para seguir en el Sporting esta temporada y la siguiente, que fue recomendada por Emilio de Dios y ratificada por el consejo de administración, conuna rebaja en la ficha, después de haberse ganado la renovación por el número de partidos jugados.

Cada aficionado tiene el derecho a que le agrade o desagrade más un jugador que otro, pero que nadie olvide que la plantilla que hay es la que tiene al Sporting en tercera posición, puesto de ascenso, y que el domingo, ante el Sevilla Atlético, Sastre es uno de los que van a tirar del carro, seguro, para intentar ganar. Que salga bien es harina de otro costal.

Sastre, al igual que todos los jugadores, se merecen un respeto, al margen de los gustos de cada cual. Como futbolista no va a ser el mejor defensa de la historia del Sporting, pero en los últimos años es el más destacado y como persona merece la pena, además del peso específico que impone en el vestuario. Y claro que prefiero al Sastre que jugó ante el Nástic que al de Málaga. Él, también, como todos.

Dadas las circunstancias parece más aconsejable aunar esfuerzos hasta que se consiga el ascenso o hasta que se pierdan matemáticamente las esperanzas.

PD.: Preciado va a dar descanso a Gerard. Parece que el problema es que la pasada temporada jugó sólo ocho partidos, debido a una lesión y ahora lo acusa por la carga de la temporada. Si esa es una explicación correcta, cuidado que Javier Flaño, el objetivo de Osasuna, lleva tres partidos esta temporada. Y sólo uno completo. Por esa regla de tres, si acaba fichando, poco aguantará la próxima temporada. Supongo que habrá otra explicación. Esta no cuela.