Todo está preparado para recibir al Sevilla Atlético. Gerard se queda fuera. Un fin de semana de descanso para recuperarse el cansancio de una temporada. El fútbol es así, dice el refrán, pero no entiendo que jugar una treintena de partidos después de una temporada en la que una lesión le permitió jugar sólo ocho, sea un motivo de cansancio. O se exponga como posible explicación.

El resto serán los previstos. Preciado hizo ensayos de estrategias. Esta vez no hubo lluvia. La alineación será la esperada: Roberto; Sastre, Iván, Jorge, Canella; Matabuena, Míchel; Pedro, Kike Mateo, Diego Castro; y Barral. Son los once encargados de resolver el partido desde el inicio, desde que Hevia Obras empiece su concierto de silbato. Luego entrará Barral, enrabietado. Ocho semanas lesionado y sin marcar desde hace más de dos meses. En lo que va de año sólo anotó tres. El último fue hace 70 días, en Elche, de donde es el linier José Antonio Blasco Guillén, que mañana estará en El Molinón ayudando a Hevia Obras. A ver si no levanta sospechas.

El Sevilla Atlético es un equipo dinámico y con calidad. Las preocupaciones de Preciado son Alfaro, interior derecho, y el cántabro Juanjo, delantero centro, a quien conoce de Santander y quiso traerse al Sporting. El primero quedó fuera del primer equipo, donde sólo jugó dos partidos a razón de un minuto en cada uno. En el filial hispalense lleva seis goles y es un futbolista vertical. Es posible que Galeote ponga un estilo más ofensivo, un 4-2-3-1 parecido a un 4-4-2, según me comenta mi amigo ‘Cachito’ Redondo, que hizo un estudio minucioso del rival de los rojiblancos.

En cualquier caso, el Sporting debe demostrar que es mejor en todo. Además, va a tener todos los apoyos del mundo. No vale defraudar, no se puede y no podemos andar con miedo en el cuerpo porque venga un grupo de chavales, alguno de los cuales no es tan chaval, y que la mayoría no estarán en el Sevilla la próxima temporada, porque han cumplido un ciclo.

Lo dicho, que no vale defraudar.

PD.: Karanka marchó al Real Unión en enero. Lleva un gol. Lo miré porque tengo un amigo que sentía curiosidad. Ya ni me acordaba del vitoriano. Buen chaval.