Preciado tiene previsto repetir en Cádiz la alineación que ganó con comodidad al Sevilla Atlético. Sin embargo, en el principal ensayo del jueves puso a De Lucas por Matabuena, lo que le daría un instinto más ofensivo al equipo.

Pablo de Lucas es un futbolista con buena técnica y una zurda de lo mejor de la platilla. Es más, es el único jugadro con dotes de organizador en el centro del campo, una faceta que Preciado no suele utilizar. Al ser el conjunto más goleador de Segunda, significa que el método usado le va bien. El jugador ilicitano ganó en agresividad desde hace un año, que era lo que le faltaba. Su problema es la irregularidad, aunque esta temporada sólo tuvo una participación testimonial.

Sergio Matabuena, a quien Preciado dio descanso en el tercer tiempo del partido del jueves, que es donde analiza las alineaciones del siguiente partido, tiene unas excelentes características de contención. Sus cualidades lo valoran como uno de los mejores fichajes de esta temporada.

Matabuena y De Lucas o De Lucas y Matabuena son dos futbolistas diametralmente opuestos. No sé qué pensará Preciado y cómo habrá estudiado al Cádiz, que es un rival que tiene a Miguel García, que es quien trata de dar salida al balón con una buena zurda, según dicen los informes de mi amigo ‘Cachito’ Redondo, y al uruguayo Fleurquin, doctorado en repartir patadas y codazos, que tiene la desfachatez de querer calentar el partido, porque Preciado se quejó de sus agresiones a rojiblancos en el partido copero de hace un año y medio.

Si el objetivo es amarrar atrás, para aprovechar la rapidez del contraataque, en un campo más pequeño que El Molinón, el titular será Matabuena. Si el técnico quiere arriesgar, saldría De Lucas. No creo que vaya a esperar a saber los resultados de la Real en Málaga, el sábado a las ocho de la tarde, y del Elche, el domingo al mediodía. Dependerá del estilo que decida aplicar el míster en su dibujo táctico.

PD.: Un día más y las obras de El Molinón siguen sin comenzar. Matizo que este asunto lo lleva otra sección del periódico. Aquí no hay leyes de silencio. Por lo menos, yo no las conozco. Y los que me conocen, lo saben. Lo que sí hay son criterios personales y muy respetables. Tanto los de ustedes, como, por supuesto, los de mis compañeros. La justificación de los retrasos es económica. El Sporting y los sportinguistas son los damnificados de una torpeza que va a más. Cada palo tendrá que aguantar su vela.