No hubo suerte, ni puntería. Así es como se escaparon los dos primeros puntos de El Molinón. Tampoco el Sporting estuvo a la altura del primer partido, aunque sigue invicto. Míchel no tenía su tarde e Iván Hernández tuvo unos despistes que contagiaron nerviosismo al resto del equipo, que estuvo bastante espeso. El Elche tuvo orden, pero poco más. Es lo que nos vamos a encontrar en muchos partidos esta temporada, con visitantes del talante de los ilicitanos. De todas formas, las ocasiones del final del partido debieron haber sido más determinantes para sumar los tres puntos.
El árbitro no influyó en el resultado final, pero el debutante Llorente Carcedo dio ayer un recital desesperante. Con las nuevas técnicas, mejor que haber dotado a los colegiados y sus auxiliares de pinganillos, tal vez habría que ponerles gafas. Pitar las faltas al revés o pitar las que no son o no pitar las que son síntoma de incompetencia.
David Vidal estuvo en su línea de showman, aunque lo de las gafas de CQC se debía a un balonazo de Bellvís, que recibió en un entrenamiento de la pasada semana. El sabio de Portosín reclamó un triunfo suyo en El Molinón, en alusión al reportaje sobre su trayectoria que publiqué el domingo en EL COMERCIO. El único en su carrera deportiva. Fue con el Murcia, después de sustituir a Eduardo González, quien, a su vez, había hecho lo propio con Pedro Braojos que era quien figuraba como técnico pimentonero en aquella temporada. Pero su reclamación es justa y si ganó una vez, hay que decirlo. Mea culpa. Por cierto, el gallego echa de menos haber tenido una oportunidad para entrenar al Sporting, pero la única que tuvo pidió 240.000 euros, más jugadores de su camada.
Barral fue el mejor del partido. Marcó un gol, hizo un desgaste tremendo y es la referencia ofensiva del equipo. Karanka va a contar poco, a juzgar por las decisiones de Preciado. El gaditano es el único delantero, por lo que el míster insiste en que se busque un ariete de unas características determinadas como recambio. Preciado quiere que el club tenga un contacto con Congo, pero el dueño y el consejo ya avisaron a Emilio de Dios que esa puerta está cerrada. Es de suponer que habrá que abrir otra, porque centrarse en el mercado de invierno puede ser tarde. Esto pasa por haber esperado tanto tiempo por el colombiano, al dar por hecho que iba a cumplir su palabra de que si no le llegaba un Primera…Ahora es más prácticoolvidarse de las lamentaciones.
Toca pensar en Jerez, donde están Samuel, el de Villaviciosa, y Míchel, el madrileño, que estaba en el Almería. Se puede hacer bueno el empate ante el Elche sólo con un triunfo en Chapín.