Si hay algo que se llama “tener suerte” es que uno de los lugares que visito pueda enseñármelos un lugareño y, nada más lejos de eso, en esta ocasión, nos desplazaremos hasta nuestra vecina Galicia para conocer de la mano de una mindoniense, un pequeño pueblo que, desde el año 2018, forma parte de la asociación Pueblos más bonitos de España por ser un ejemplo de recuperación del patrimonio histórico, del fomento de su conocimiento, conservación y mantenimiento de la herencia de sus antepasados. Conozcamos este lugar lleno de historia, por supuesto, sobre nuestras motos.
Eran las 9:00 horas de la mañana cuando, bajo un anunciado calor para ese día, salí rumbo a Mondoñedo en donde había quedado con dos moteras galleguiñas a las que admiro y tengo mucho cariño. Merce y Ana, por casualidades del destino, se conocieron hace más de 20 años y, desde entonces, su incondicional amistad se ha afianzado con el paso del tiempo. El sol lucía más fuerte de lo normal en una zona en la que, de costumbre, suele verse empañada por la niebla. Por delante, se presentaba una jornada intensa en la que, reponer fuerzas, sería algo fundamental y, por supuesto, así lo hicimos.
Conversamos sin prisas y poniéndonos al día entre risas y más risas y la alegría de volver a reencontrarnos. Hace tres años que entraron en mi vida gracias a un evento motero que creé conocido como el “Asturias Punta a Punta”, en el cual, se trataba de recorrer la tierrina desde Vegadeo hasta Colombres con algunos puntos de parada como el Cabo Vidio, playa de San Antolín,.. ¡Quién nos iba a decir que, tres años después, estaríamos allí sentadas!.
Nuestras monturas, estacionadas junto a la Catedral -Basílica de la Asunción, aguardaron mientras explorábamos un lugar por el que había pasado cientos de veces pero nunca había hecho un alto en el camino. Ese día, había decidido hacerlo, en la mejor de las compañía posibles.
Así que, piquemos a la puerta de este lugar cargado de historia y adentrémonos en el, disfrutando de sus maravillosos rincones.
Sentado en un banco, con vistas a la plaza de la Catedral, se encuentra la estatua del célebre escritor mindoniense Álvaro Cunqueiro.
Bajo un cielo prácticamente despejado, la Catedral-Basílica de Mondoñedo, conocida con el sobrenombre de “Catedral arrodillada” por sus perfectas proporciones y escasa altura, nos recibe ante la visita de los primeros turistas.
Sus torres son visibles prácticamente desde cualquier lugar.
Mondoñedo es también Camino de Santiago. La ruta del norte atraviesa esta ciudad en una de sus más conocidas etapas.
Declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2015 junto con la Catedral-Basílica, el Camino a conseguido dar a este lugar un enorme valor que ha potenciado sus valores histórico-artísticos.
Paseamos entre casas blancas de tejados de pizarra en muchas de cuyas fachadas podemos encontrar escudos.
Calle arriba se ubica la Casa do Concello, antiguo palacio del S.XVIII.
El calor comenzaba a ser asfixiante y no éramos las únicas que nos percatábamos de ello..
Aunque Merce no lo llevaba nada bien, también supo ponerle remedio a la situación,..
Si nos alejamos un poco llegaremos hasta el Paseo de la Alameda..
En cuya explanada es donde se realizan las fiestas. Al fondo, podemos contemplar la Igrexa dos Remedios(la patrona de Mondoñedo).
La ermita original de Nuestra Señora de los Remedios data del S.XVI en el que constituía ya un centro importante de devoción mariana. Hubo un primer intento de reforma en el S.XVII pero la reconstrucción total se llevará a cabo en el S.XVIII. La construcción actual contó con la dirección del arquitecto Frei Lorenzo de Santa Teresa. La edificación resultante será una iglesia con planta de cruz latina y sacristía detrás del Altar mayor. Las naves, brazos del crucero y Capilla Mayor se cubrirán con bóvedas de cañón y la disposición del transepto tendrá forma ortogonal.
Muy próximo, el Hospital de San Pablo.
Enfrente, el instituto,..
Estamos en un pueblo de figuras ilustres como Manuel Leiras Pulpeiro, nombre que recibe una de las calles por las que podremos caminar ..
Nos encontramos en un punto de encuentro de gran riqueza cultural y artística. Seguimos descubriéndola,.. Damos paso al Convento das Concepcionistas en cuya fachada podemos contemplar la imagen en piedra de la Virgen Inmaculada, un frontón circular y dos escudos de la orden franciscana.
Calle abajo y a nuestra derecha, a Fonte Vella,..
A mediados del S.XVI la fuente de la ciudad no era idónea para abastecer a la población. La nueva construcción fue asumida por el obispo Diego de Soto y concluyó en 1548. La nueva fuente se construyó en cantería y algo más abajo que la anterior. En la parte más alta de la construcción podremos contemplar el escudo de Carlos I. Si continuamos bajando la calle, enfrente nos encontraremos con el Real Seminario de Santa Catalina, que fue el tercero que se creó en España y cuya creación se terminó en 1583.
De nuevo, volvemos al punto donde se inició todo, la Catedral, no sin antes hacer una parada en la casa de otro ilustre mindoniense: Pascual Veiga.
Una breve parada en el lugar en donde se inició “O Rei das Tartas”,..
Donde, muy cercana, nos encontraremos su casa,..
Subámonos ahora a nuestras motos y arranquemos hasta el barrio artesano de Os Muíños,…
Ubicado en un idílico entorno, aquí podremos alejarnos del bullicio del centro para refugiarnos en el silencio que nos ofrece la zona, o por lo menos, en el momento en el que la visitamos.
Originales lavaderos,…
Y originales figuras en las que el agua es el protagonista, como no podía ser de otra forma,..
Allí podremos viajar en el tiempo a través de A Ponte do Pasatempo sobre el río Valiñadares.
Antiguamente se conocía como “Ponte dos Ruzos” y fue testigo de un importante hecho histórico que evoca la memoria del mariscal Pardo de Cela, pues fue aquí donde Isabel de Castro, esposa del Mariscal, que traía el indulto real para su marido por mediación de su prima Isabel la Católica, fue detenida por unos canónigos mientras su marido era decapitado en la plaza de la catedral. Desde entonces, el “Ponte dos Ruzos” fue conocido como “Ponte do Pasatempo”, recordando el trágico final del decapitado Mariscal por parte de los Reyes Católicos.
Todo cambia con la perspectiva según la miremos y, desde luego, hacerlo desde lo alto, impresiona bastante. Así que Merce y Ana me llevaron hasta uno de los mejores puntos desde el cual poder apreciar la belleza de Mondoñedo..
Y si hay algo que me encanta es que me enseñen nuevos lugares, como el que puso el broche final a esta ruta marcada de historia y, por supuesto, muy dulce: el área recreativa de A Fervenza.
A poco más de 2 kilómetros de Mondoñedo, este paradisíaco lugar nos esconde rincones como el que visitamos tras nuestro paseo bajo la sombra..
Parece que la cosa se ponía algo más complicada(y eso que luego dicen que la “cabra” soy yo,..),..
Para alcanzar bellos rincones como este ,…
No podíamos irnos sin algo que llevábamos queriendo hacer prácticamente toda la ruta,…
Hoy he dejado de ser yo la guía y me he dejado guiar. Mil gracias a Merce y a Ana por haberme enseñado un pueblo que bien merecida tiene tal distinción y, sobre todo, por haber formado parte de un día, realmente digno de recordar.