Por Leticia Álvarez
Andaba yo buscando argumento para regresar al blog después de un verano sabático cuando leo en EL COMERCIO el caso del doctor Andrenio González que ha sido sancionado por el Servicio de Salud del Principado por superar el horario de consulta. Su historia suena a la de esos médicos de pueblo y de antaño que incluso en medio de una tempestad cogían sus bártulos y acudían a la llamada del enfermo (bueno en las películas suele ser una parturienta que a pesar de los esfuerzos de todos por calentar agua y disponer de sábanas blancas muere en el parto ¿o no?), pero la realidad es muy distinta y el romanticismo en las profesiones hace tiempo que dejó de existir. Aquí lo que cuenta es el número de recetas expedidas… no vaya a aumentar el gasto público y el pacto con los sindicatos que no deja cabida a actitudes como las de este médico por muy heroicas que parezcan.
Al doctor Andrenio se le expedienta porque «desafía» a sus superiores trabajando más tiempo de la cuenta y se niega a cobrar horas extra. Es como el empollón que estudia sin que haya examen a la vista. Cosas del sistema. Pero, ¿alguien les ha preguntado a sus pacientes? Algunos se plantean incluso reunir firmas en favor del médico sancionado. Es lo que tiene ser un profesional de la medicina. Por lo general no manejan tornillos, a excepción de los psiquiatras, sino que tratan con personas y eso requiere siempre una dedicación especial. Mirado desde fuera casi resulta más difícil adaptar las consultas a un horario estricto y burocratizado que hacer como el doctor Andrenio, es decir, pasarse del tiempo establecido y así meterse en el bolsillo a los ancianos acatarrados, a las madres primerizas y a la larga lista de personajes aprensivos que suelen frecuentar los centros de salud.
En este original y nuevo sistema sanitario que prohíbe fumar sin cerrar los estancos y engordar sin clausurar las hamburgueserías, a lo mejor llega el día en que prohíbe trabajar para evitar el estrés. No sé en qué quedará la cosa, pero la historia apetece y a mí me ha hecho regresar al blog sin prescripción facultativa para evitar el síndrome postvacacional.
Así que hola de nuevo.