Por Leticia Álvarez

Me tiene hablando sola. A esta mujer lo mismo le da por encadenarse a un árbol en protesta contra una tala masiva, que se niega a asistir a la boda de su hijo Borja. No sólo eso, Tita Cervera recorre los medios de comunicación para justificar su negativa a ser la madrina del enlace. Es como si pidiera ayuda al mundo para que entre todos cortemos de raíz esa relación. (Como si nos preocupara al resto si a su hijo le van o no a chupar los cuartos, que además afirma con gran simpatía que no tiene tantos).
Dice, en resumen, que su primogénito y su futura nuera son unos vagos, que en lugar de leer se dedican a levantar pesas y hacerse tatuajes y que prefieren vender exclusivas a trabajar. Lo más gracioso es que la baronesa considera la boda precipitada y eso que la pareja de vigorésicos lleva siete años con una sola ruptura de por medio que se sepa y ahora están esperando un niño. Vamos que les faltan razones a los tortolitos. ¿Se acuerda Tita de lo que duró su noviazgo con el barón?
Lo único que me queda claro es que si quería aguarles la fiesta ha conseguido todo lo contrario: ¿No se da cuenta la baronesa que con este jaleo montado en torno a la boda les está aumentando y mucho el caché para sus futuras portadas? Me suena a montaje.
Ves María, además de asesor se puede ser hijo de barón.

Otra cosa. Qué morbazo tiene esta noche el concierto de Isabel Pantoja en San Mateo, con Cachuli en los mentideros porque puede quedar en libertad. Eso de que Gabino de Lorenzo nació con estrella va a ser del todo verdad. Todo le sale bien al jodío.