Areces reflexiona sobre ingresos y gastos. El presidente del Principado planea revisar el canon de saneamiento para pagar obras por valor de 300 millones de euros necesarias para completar la red de saneamiento. Se trata de un objetivo medioambiental ineludible, así que me parece una decisión acertada financiarlo con la tasa que se cobra a los beneficiarios.

En otro orden de cosas, el presidente va a reorientar las ayudas a las familias (cheque-bebé) para que sólo alcancen a los ciudadanos que estén por debajo de un determinado umbral de ingresos. En esta cuestión siempre fue más razonable la postura de IU que la de los socialistas, ya que en plena crisis económica no se pueden dar subvenciones de carácter universal. La propuesta partió de Zapatero, y los socialistas asturianos, que siempre habían sido reacios a ese tipo de ayudas, se sumaron a la oferta de Madrid para completar la subvención desde Oviedo. No pudieron encontrar los socialistas momento más inoportuno para lanzar esas ayudas, ya que la iniciativa de Zapatero se dio a conocer los primeros días de julio de 2007, a las dos semanas de quebrar los dos primeros fondos de inversión norteamericanos contaminados por hipotecas basura. Las ‘subprime’ terminaban con la fiesta y el PSOE anunciaba incentivos de 2.500 euros. La reorientación de las ayudas se produce para acomodar la práctica del Principado a lo estipulado en el pacto de gobierno.

Sobre el fondo local de obras, Álvarez Areces aclara que los ayuntamientos pequeños estarán exentos de la obligación de cofinanciar las actuaciones. Sobre la viabilidad de este programa hay dudas razonables. Ningún ayuntamiento ha manifestado su voluntad de cofinanciar un plan de obras. Para el Principado la cofinanciación es indispensable, pero, por ahora, no encuentra socios. La gran mayoría de los municipios tiene menos de 20.000 habitantes, así que en casi toda la región el Principado tendrá que hacer las obras en solitario. Por ahora estamos ante una idea sin madurar. El presidente cree un acierto del Gobierno aplazar la financiación municipal para el año 2011, debido a la crisis. Un juicio ponderado que resulta enteramente aplicable a la financiación autonómica, que debería haberse aplazado para no asfixiar al Estado con las exigencias de las comunidades autónomas.