Ciudadanos es el primer partido que ha movido pieza en el nuevo tablero regional: ofrece pactos a los socialistas, a la carta, bien de carácter estable o puntual. Juan Vázquez e Ignacio Prendes han lanzado el mismo mensaje con unas horas de diferencia. No es una ocurrencia personal es estrategia de grupo. Recupera el partido naranja su posición de centro entre una izquierda victoriosa y una derecha derrotada. Están pendientes de la decisión de Adrián Barbón, como candidato que salió ganador de los comicios con una diferencia sideral sobre sus competidores. Prendes recordó que Barbón, como «presidente in pectore», debe escoger en una alianza con la moderación (Ciudadanos) y el populismo (Podemos).
En el único debate que aceptaron los candidatos antes de las elecciones, en la televisión oficial, Juan Vázquez, en su primera intervención, le preguntó a Adrián Barbón si adaptarían la consigna de «con Ciudadanos, no» a «con Juan Vázquez, no». El moderador del debate había pedido a los candidatos que dijeran cuál sería su primera medida en caso de gobernar, y el exrector hizo oídos sordos porque tenía prisa por aclarar la cuestión de los pactos con el PSOE. Ciudadanos madruga y plantea su oferta de entente sin importarle el formato. Hay que agradecer a los portavoces, institucional y partidario, su modo transparente de proceder y el contenido de su iniciativa, ya que en la política asturiana hay una escasa y sesgada (herencia sindical) cultura de pacto.
Venimos de un mandato perdido ante la imposibilidad de tejer acuerdos. No puede prolongarse el desencuentro. De las urnas salió una diferente distribución de escaños, teniendo el PSOE una posición muy dominante, pudiendo escoger acuerdos a uno u otro lado del espectro parlamentario. Supongo que la FSA tendrá muy presente el esquema de alianzas de Pedro Sánchez, aunque no adopten la técnica del calco. Al ‘sanchismo’ le ha ido bien con la estrategia del giro a la izquierda y en Asturias hay una mayoría de veintiséis escaños de izquierdas. Podemos e IU no están en condiciones de iniciar el mandato en clave antisocialista, como hizo el partido morado hace cuatro años. Se encuentran muy débiles. Me inclino a pensar que Adrián Barbón hará una apertura a la izquierda, pero sin pactos de legislatura ni protocolos. La imagen a transmitir será que gobierna el PSOE. Con esa táctica evitará hacerle un feo a Ciudadanos y mantendrá buena interlocución con Juan Vázquez. Siempre es bueno tener un ‘plan b’.