La dirección nacional de Ciudadanos ha establecido una guía sobre pactos para orientación de los dirigentes autonómicos y municipales. El PP es considerado como el socio preferencial. En los acuerdos por la derecha se veta a Vox. Esta premisa es más una forma de preservar su deteriorada imagen de centro que de cerrar la puerta a acuerdos a tres bandas (PP, Ciudadanos y Vox). El truco consiste en que Ciudadanos negociará con el PP, y el PP, por su parte, hablará con Vox para que las propuestas del partido de Abascal queden incorporadas al pacto, formalmente bipartito, de Casado y Rivera. No habrá un remedo de la foto de Colón, pero los pactos pueden contener iniciativas de los tres partidos. En la guía de Rivera también se contempla la posibilidad de llegar a acuerdos con el PSOE, pero como segunda alternativa, cuando no es posible o aconsejable la entente con el PP. En las recetas de la dirección de Ciudadanos no se habla de los intereses políticos del partido, algo fundamental, ya que los pactos consisten en compatibilizar los intereses de las partes. Me explico. Alcanzar el poder en Madrid, Murcia y Aragón implica acordar con Vox. Para gobernar en Castilla-León basta la entente de PP y Ciudadanos. Según las ambiciones de poder, las premisas indicadas serán más o menos elásticas.
En Asturias, Juan Vázquez tiene permiso para pactar con el PSOE. No hay posible alternativa entre las cuatro derechas juntas (PP, Ciudadanos, Foro y Vox) porque tienen un escaño menos que el PSOE. Entre ubicarse en la oposición pura y dura y participar en programas de gobierno, el ex rector apuesta decididamente por la segunda posibilidad. Otra cosa es lo que considere Adrián Barbón, que puede optar por gobernar autónomamente con acuerdos coyunturales con la derecha o con la izquierda. El asunto más candente es la decisión sobre alianzas en el Ayuntamiento de Oviedo. Ciudadanos puede hacer alcalde a Alfredo Canteli (PP) o a Wenceslao López (PSOE). El acuerdo con Canteli es más natural, ya que entre PP y Ciudadanos tienen mayoría absoluta, mientras que con el PSOE necesitan de la abstención de Podemos. Pero, sobre todo, la gran diferencia está en que Ciudadanos combatió al tripartido de izquierdas, al igual que el PP, y cambiar de bando de la noche a la mañana tiene un coste. Ahora bien, el equipo de Canteli tiene que mentalizarse, porque Ignacio Cuesta va a querer cogobernar en condiciones de igualdad. Cuando no se tiene la mayoría absoluta, el poder es relativo.