El sector crítico del PP celebró una reunión a la que asistieron más de un centenar de afiliados del partido. Del encuentro salió un mensaje de democratización interna, pidiendo que la cúpula del PP asturiano no quede en manos de tres juntas locales (Gijón, Oviedo y Avilés); los críticos piden que la dirección regional tenga más contacto con las bases.
Llevo más de treinta años conociendo grupos críticos de diferentes partidos, y todos ellos tienen un mismo discurso: la democracia interna. Es muy llamativo que la crítica nunca se dirija a la línea política del partido, sino a la calidad de las reuniones internas, la forma de tomar decisiones y el flujo de comunicación entre dirigentes y afiliados. Digo que es llamativo porque al ciudadano le interesa la política que propugna un partido, no el grado de participación de las bases o la forma de tomar decisiones. La gente quiere saber si el PP apoya la reforma de la ley del aborto o la congelación de sueldos de los funcionarios, pero le trae al pairo que sea Fernando Goñi o Joaquín Aréstegui quienes integren el órgano de turno creado por Ovidio Sánchez para dirigir la preparación del congreso. La indiferencia de la población por los sectores críticos de los partidos reside en que estos hablan de lo que no le interesa a la gente. El discurso de la democracia interna es el prólogo de la desnuda lucha por el poder: quítate tú para ponerme yo.
Los promotores del sector crítico del PP deberían saber estas cosas y aprovechar sus mensajes a los medios para discrepar sobre algún aspecto relevante de la política de Ovidio Sánchez. Y si no discrepan sobre la estrategia de la dirección del PP, mejor se abstienen de presentar una candidatura alternativa a Ovidio Sánchez. Otro asunto que deberían saber es que los congresos no se ganan desde el anonimato. Falta mes y medio para el congreso y todavía no fueron capaces de convocar una rueda de prensa para presentarse como alternativa. Todos ellos hablan de Juan Morales, como candidato a la presidencia, pero el propio Morales pidió a los críticos en la reunión que den la cara y se comprometan públicamente. No hay otro partido en Asturias que necesite tanto un impulso como el PP, pero es preciso olvidar la minoría de edad y actuar como paisanos.