Dirigentes del PSOE e IU han empezado a mantener encuentros informales (mejor sería llamarlos, secretos) para llegar a un gobierno de coalición. Dentro de quince días, el socio minoritario de la futura alianza, formado por IU, Bloque por Asturias y los Verdes, tendrá fijado un documento de trabajo con sus objetivos: el famoso programa. Pero para ganar tiempo e ir al núcleo del asunto, los minoritarios ya tiene decidida la parte de la tarta que van a pedir: las consejerías de Salud y Bienestar Social. Un cálculo inteligente.

En IU ya no se habla de tres consejerías, una de las posibilidades que se puso encima de la mesa en el anterior y frustrado intento de negociación. En la pasada legislatura, IU gestionó dos consejerías, así que aspiran a recuperar lo que ya tuvieron. Los socialistas no se podrán negar a ello. En la elección de las consejerías también ha hecho IU un cálculo inteligente, porque renuncia a Medio Ambiente, el departamento por el que más pelearon. Para IU sería muy difícil acceder a la titularidad de la consejería, dentro de un par de meses, cuando presumiblemente ya se haya decidido en el Consejo de Administración de Cogersa la instalación de un horno en Serín; también sería muy indigesto estar al frente de Medio Ambiente cuando se decida la construcción del embalse de Caleao. Alejarse de la consejería de Medio Ambiente es una vacuna contra las crisis de gobierno, así que les tocará a los socialistas luchar contra la lengua azul. También es una forma de evitar problemas internos, porque en una fuerza política tan variopinta siempre habrá alguien que considere una traición formar parte de un gobierno que acepta quemar los residuos sólidos. En política, hay de todo.

Lo que pide IU no es una mera repetición de su pasada experiencia de gobierno, porque renuncia a consejerías de escaso peso, como Justicia, y pretende dos de las tres que tienen más contacto con el público: Salud y Bienestar Social. Dos consejerías parecen poca cosa, pero por ellas pasa casi el 50% del Presupuesto del Principado. Los socialistas podrán negarse a sus peticiones, pero no es una demanda descabellada. Por otra parte, el PSOE ya gastó el cartucho de iniciar conversaciones sin llegar a nada, así que ahora toca formar gobierno. IU aprendió de sus errores.