Ramón Quirós ha lanzado un aviso para navegantes al asegurar que no piensa crear ningún tipo de canon para los usuarios de las urgencias hospitalarias ni plantea la aplicación de ninguna otra forma de copago sanitario, así que si algunos miembros del Gobierno regional piensan en el copago lo más oportuno es presentar un proyecto concreto. Desde la FSA se respalda la postura del consejero de Salud, afirmando que la dirección del partido, tanto a escala nacional como regional, descarta introducir el copago, y que nuestra comunidad autónoma no puede tomar esa medida por libre. Con respecto al gasto sanitario, Ramón Quirós considera un disparate penalizar a los médicos que recetan más fármacos.
La pasada semana hubo una profusión de mensajes desde el Principado sobre el gasto sanitario, proponiendo formas de reducirlo. Unas veces se nos decía que la sostenibilidad del servicio público de salud estaba amenazada y en otras ocasiones que estaba garantizada. La diversidad de opiniones escondía dos formas de enfocar la financiación del creciente gasto sanitario, que con las declaraciones del consejero y el respaldo de la FSA han quedado decantadas: el copago o el incremento de impuestos. Ramón Quirós no pide explícitamente una subida de tributos, pero cuando declara que los ciudadanos deben asumir el coste de la sanidad y descarta el recurso del copago, deja como única salida la subida de impuestos. A más gasto público, más impuestos. La tradicional respuesta ideológica de la izquierda. Luego, tocará decidir qué tributos se endurecen, pero se renuncia a pedir contraprestaciones económicas a los usuarios de los servicios de salud.
Desde una perspectiva política el debate estival sobre el gasto sanitario ha mostrado una cierta división entre los socialistas con respecto a su financiación; un asunto que será analizado con lente de aumento, como ocurre siempre que hay algo más que matices en los posicionamientos públicos de los dirigentes socialistas. Ahora bien, dejando a un lado la comidilla política, la cuestión candente del gasto sanitario se encuentra más lejos de solucionar que cuando empezó el debate. Desconocemos la forma de financiarlo, ya que las únicas medidas concretas propuestas quedan desautorizadas (el copago era una ocurrencia), y no tenemos datos sobre cómo se piensa contener.