Criterios unánimes a la hora de hablar de los peligros que encierran las casas de apuestas, a la hora de desear que se alcancen acuerdos entre la empresa y los trabajadores de TUA, a la hora de recordar el peligro que hay en la nacional 634 a la salida de Oviedo, a la hora de condenar la violencia machista, a la hora de reivindicar la importancia del teatro en Asturias. Criterios unánimes que no pasan ni pueden pasar de lo que es una declaración de intenciones, toda vez que no es el Ayuntamiento quien tiene potestad para decidir acerca de todos esos asuntos, más allá de ámbitos muy restringidos.

Pero, al lado de ciertas unanimidades, lo que se vio en el Pleno del martes fue que en una serie de asuntos, de los que se viene hablando a lo largo de casi toda la legislatura, los deberes están a medio hacer.

Por ejemplo, en torno a esa cantera de Priorio tan amenazante para el medio ambiente y para el paisaje. Por ejemplo, sobre el bulevar de Santullano que, grandilocuencias retóricas aparte, parece que ni siquiera se pondrá la primera piedra de esa obra en lo que le queda de mandato al actual equipo de gobierno. De hecho, los representantes de esa plataforma manifestaron su decepción.

Deberes a medio hacer en un doble sentido. Esto es, por un lado, se terminará el actual mandato del tripartito sin que den comienzo proyectos de los que se ha venido hablando en los últimos años. O sea, iremos a las urnas no sólo sin los deberes hechos, cosa con la que ya contábamos en el caso del Bulevar de Santullano, sino que ni siquiera habrán dado comienzo las obras antes del último domingo de mayo.